Ophelia Morgan-Dew tiene tan solo 3 años pero la mente de un genio, de hecho, realizó un test de coeficiente intelectual en el que obtuvo 171 puntos, cuando la media de la población es de 100. Según las creencias populares, los físicos Albert Einstein y Stephen Hawking tenían un coeficiente intelectual de 160, aunque no hay constancia de que realizaran ningún examen ni si ese eventual test podría compararse a los actuales.
Los resultados de la población oscilan entre los 85 y los 115 puntos. Ante esas cifras, el desempeño de la pequeña niña británica dio la vuelta al mundo. Por lo pronto, Ophelia se convirtió en una de las más jóvenes integrantes de Mensa, una asociación internacional de superdotados ubicada en Reino Unido, que solamente admite puntuaciones superiores a 132, es decir, estar por encima del 98 por ciento de la población.
"Realmente fue aproximadamente a los 8 meses de edad. Comenzó a decir colores, letras y números bastante temprano en comparación con la mayoría de los niños", explicó Nathalie Morgan, su madre, en una entrevista con la BBC. A los dos años ya sabía el alfabeto y era capaz de recordar acontecimientos que le sucedieron antes de cumplir el año.
No obstante, no fue hasta que empezó el jardín que vieron el significativo avance en el desarrollo mental en comparación con sus compañeros. Fue entonces cuando decidieron llevarla a un psicólogo infantil especializado en niños superdotados. El padre de la nena, Ben Dew, explicó que no querían forzarla pero temían que estuviera "poco estimulada". "Realmente lo que queríamos era saber cómo podríamos ayudarla", manifestó. Cuando Ophelia tomó la prueba de Stanford-Binet obtuvo 171 puntos. Sus padres remarcaron que es una chica normal aunque su mente es lo que la diferencia del resto. "Parece que comprende y asimila todo mucho más rápido de lo normal. Es como hablar con una persona de 19 años", expresaron.
"Le gusta corretear, jugar con sus primos, saltar en colchonetas… Cosas normales en una niña a esa edad", destacó su padre. Aunque saben que después de los resultados la vida de su hija tomó un curso que ni ellos se podrían haber imaginado.