La administración de los hermanos Rodríguez Saá no puede ocultar los dolorosos números de la realidad, mientras en el país la pobreza baja de la mano de trabajo genuino, en San Luis no hay empleo sólo planes sociales y la pobreza conjuntamente con la indigencia golpean fuerte.
Los datos publicados recientemente por el INDEC hablan de una merma estadística en los índices de pobreza e indigencia, según el organismo, que recibe información oficial de todos los distritos incluido San Luis, la pobreza en el país en la última medición es de 25,7% con una caída de 2,9%.
Los datos corresponden al segundo semestre de 2017, el mismo en el que en San Luis se implementó la más desaforada caza de votos de la mano de planes sociales bajo la coacción de perder el beneficio si Adolfo no ganaba la elección. En ese sentido se entregaron varias docenas de miles de planes prebendarios que llegaron la cifra de 80 mil beneficios en todo el territorio provincial convirtiendo a San Luis en el distrito con mayor otorgamiento de subsidios, traducido en fondos son más de $ 14 mil millones anuales. Pese a semejante cifras la pobreza y la indigencia siguen siendo dos caras de la misma realidad y que no tienen solución.
La administración de los hermanos Rodríguez Saá no logra atacar de lleno a la pobreza que junto con la indigencia condenan al 26% de los sanluiseños, un dato que alarma por el destino del dinero público, la precariedad laboral y la inexistente oferta en ese ámbito donde sectores como la construcción que históricamente fueron el motor de la economía de mano de la obra pública hoy está paralizada y sin reacción.
Pese a que Alberto intentó dibujar a realidad el pasado 1 de abril en el discurso que marcó la apertura del año legislativo al asegurar que “al desempleo lo combatimos con la implementación del Plan de Lucha contra la Pobreza”, la realidad otra vez se encarga de poner blanco sobre negro en un tema altamente sensible.