Una familia, cuya hija de tres años murió en el Hospital San Luis, destrozaron el Servicio de Urgencia de Pediatría, golpearon a los médicos e intervino la policía.
Desesperados por la muerte de la menor, que sufrió un paro cardiorespiratorio tras una broncoaspiración, los allegados y familiares rompieron los vidrios de la puerta de ingreso y mobiliario del nosocomio, además de golpear a médicos y personal de salud que en la tarde noche del lunes se encontraban trabajando en el lugar. Tras los serios incidentes, al menos cuatro móviles policiales acudieron al lugar para calmar a los agresores.
El director del Hospital, Dr Sergio Allende, comentó que la niña "sufría de ataques de epilepsia, además de una patología neurológica", también destacó que "los profesionales hicieron todo lo humanamente posible para salvar la vida de la pequeña"