Las disputas en la Tierra se disuelven en la Luna. Rusia y EEUU acaban de firmar un acuerdo para construir la primera estación espacial que orbitará alrededor de la Luna.
El proyecto se llama ‘Deep Space gateway’, Puerta al Espacio Profundo en inglés, y prevé levantar una base en nuestro satélite con la intención de entrenar a los astronautas que vayan a Marte. El fin de la base es que sea un puerto para futuros viajes al planeta rojo y a otros puntos del Sistema Solar.
Los dos países, lejos de repetir sus rivalidades durante la carrera espacial de la guerra fría y sus enzarzamientos en la Tierra por temas como la guerra de Siria, serán compañeros en la nueva etapa espacial. Durante el Congreso Internacional de Astronáutica en Adelaida (Australia) firmaron pactos y difuminaron así el plan de Rusia de crear su propia estación lunar. Han anunciado que las obras conjuntas empezarían alrededor de 2025.
"Al menos cinco países están trabajando en la creación de sus propias naves tripuladas", declaraba Igor Komavov, director de Roscosmos. "Con el fin de evitar problemas en el futuro en la cooperación técnica, se debería unificar una parte de las normas, por la posibilidad de que los diferentes países trabajen en sus productos y se unan a la estación internacional en la órbita de la Luna".
La idea es que existan tres módulos sobre su superficie. Uno para generar energía, otro para alojar a los astronautas y el último para albergar laboratorios como los de la Estación Espacial Internacional – ésta va a dejar de funcionar en 2024-. Los dos países hablaron de usar los cohetes rusos Proton y Angara para ayudar a crear la nueva infraestructura. En el proyecto también están involucradas las agencias espaciales de Canadá, Europa y Japón.