El mítico Moulin Rouge de París

Muchos no conocieron este mítico cabaret parisino hasta que Bazz Luhrmann decidió cosechar un gran éxito con el musical Moulin Rouge. Película aparte, el Moulin Rouge se hizo mundialmente conocido entre los círculos de Bellas Artes por la cantidad de referencias, carteles y demás recursos pictóricos que Toulousse Lautrec y otros muchos artistas de la época dejaron de él. De hecho, puede que junto al cartel de la cafetería “Le Chat Noir“, las pinturas y acuarelas del Moulin Rouge sean las más conocidas de la “bohemia francesa”.

Qué ver en Moulin Rouge

En primer lugar, cuando llegues al Moulin Rouge a los pies del barrio de Montmartre, te encontrarás enfrente de la plaza “de las fotos”. No es su nombre pero lo entenderás cuando llegues al pie del mítico edificio, ya que todos los días del año hay turistas sacándose instantáneas en este lugar de culto.

Los espectáculos del Moulin Rouge se pagan, actualmente, y muy caro. De hecho, un clásico espectáculo con botella de champagne tiene un precio desde los 112 euros no asequible para todos los viajeros. Eso sí, el viajero vivirá la experiencia de entrar en el actual Moulin Rouge rehabilitado. Te esperan desde bailarinas hasta acróbatas en un edificio precioso.

Atracciones de paso si visitas el Moulin Rouge

Si quieres conocer el Moulin Rouge no dudes en planificar una tarde completa en el barrio de Montmartre. Puesto que los espectáculos tienen lugar al atardecer, lo más recomendable es que te decidas por descubrir el barrio de Montmartre al que accederás a pie. De hecho, puede subir por el café Les Deux Molins. Los precios son privativos pero, si te gustó la película Amèlie, merecerá la pena.

A continuación llegarás a la plaza en la que Amèlie planea su estratagema para conquistar a Quincampoix. Está justo a los pies del colosal templo de Montmartre. Una vez arriba, te recomendamos que desciendas por alguna de las laderas que están infestadas de cafeterías con encanto y pintores que continúan buscando su lugar en las calles de París. ¡Nada más romántico!

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