En materia de obra pública en el primer año de gestión de Alberto, sin duda, la salud pública fue la más castigada. El 83,06% de las partidas destinadas a obra pública no fueron ejecutadas. Solamente se construyeron $ 39.580.322 frente a los $ 233.608.532 presupuestados.
Los números se desprenden de la Cuenta de Inversión del Ejercicio 2016 ( Rendición de Cuentas anual de la gestión y de la ejecución del presupuesto) . En Salud, en todas las áreas, se dejó de construir las obras previstas en el presupuesto. Así no se construyeron el 87,69% de las obras hídricas; 82,76% de las obras para la seguridad; 77,08% de las obras energéticas; el 21,42% de las obras en educación, etcétera.
En Educación ni siquiera se llegaron a ejecutar los $ 212.727.015 previstos que transferiría Nación bajo el concepto de Ley de Financiamiento Educativo, a pesar que las remesas efectivamente transferidas por Nación superaron holgadamente dicha cifra. La nueva gestión prefirió afectar gran parte del presupuesto de obras en aquellas ejecutadas en La Pedrera, relegando la salud, educación y seguridad.