"Los jóvenes, menores de 40 años representan el 60% de la población", contó Rodríguez Saá. Ese dato le exige salir a cazar ese caudal de votos. Lo dijo mientras tomaba juramento a los hijos del poder que integran la Secretaría de la Juventud.
Un repaso rápido por los flamantes 20 funcionarios que integran la nueva Secretaría con rango ministerial, evidencia que los apellidos del poder siguen estando allí, ahora de la mano de sus hijos. Mientras todos juraban "ante Dios, la Patria y los santos evangelios" Alberto preparaba el arma de caza, una nueva bala que intenta impactar en el corazón del voto popular.
"Vamos a invitar a jóvenes de toda la provincia para hacer un sistema de becas que esté por encima del nivel de indigencia, para que sea un aporte importante para el chico. Para que los chicos estén ocupados en lo que les gusta", contó el cazador al tiempo que destacó que el aporte de $ 7500 será para que lo destinen a la cultura, la ciencia y el deporte.
Beca política vs Beca al Mérito
Por suerte, para los analistas de la realidad cotidiana los hermanos Rodríguez Saá toman acciones que son fácilmente dilucidables en sus pretensiones. Mientras los beneficiarios de la Beca al Mérito Bandera Argentina reclaman una recomposición del beneficio que premia el esfuerzo de los mejores alumnos del sistema secundario y los estimula con un aporte económico a finalizar sus estudios universitarios, la respuesta del mandatario es una beca con fines políticos.
Los jóvenes que accedieron por su mérito académico a Beca Bandera Argentina tienen congelado el beneficio en $3.000, nunca fue actualizado por Alberto, mientras que el nuevo proyecto electoralista estará fijado en $7.500, más del doble.