Dos días después de lo previsto, el Gobierno aumentó un 15 % la base imponible del impuesto interno que afecta a modelos de los segmentos medio-altos y altos del mercado. Pero la principal novedad es que se ha reducido la alícuota que se aplica sobre vehículos de producción nacional.
Con el nuevo esquema, los modelos que tengan un precio al público superior a los 340 mil pesos (225 mil valor de concesionario), tributarán un 30 % extra (en la práctica es como un 45 % más). Salvo que sean productos fabricados en el país; en este caso, el tributo será del 10 %.
Para la segunda escala del impuesto, en donde se le aplica un 50 % (representa más de un 90 % final), el piso se ubica en 455 mil pesos precio al público (278 mil valor concesionario. De nuevo acá también hay una rebaja a los vehículos fabricados en la Argentina, a los que en este caso se les aplicará un 30 % extra.
Con este nuevo panorama también se espera que todos los autos 0 KM que se venden aumenten sus precios, estén alcanzados o no por el impuesto. Las marcas vienen reclamando por pérdida de rentabilidad en los últimos meses. Algunos tendrán una suba marcada y otros lo harán de un modo más gradual.
Esta nueva configuración del impuesto beneficiará a las versiones altas de modelos como el Ford Focus (leé la prueba de manejo), el Renault Fluence, Citroën C4 Lounge y los Peugeot 308 y 408, todos modelos producidos en el país y que en estos últimos meses habían sido alcanzados por este impuesto. También permitirá definir precios de modelos que en teoría ya se habían lazando, como el Honda HR-V, pero que ante la incertidumbre del nuevo esquema no tenían valores publicados.
Este impuesto no se aplica a vehículos comerciales, por lo tanto las pick ups, furgones y camiones no son alcanzados por el mismo. Pero las modificaciones anunciadas servirán para algunos modelos que se les aplica la segunda escala del gravamen, como la Toyota SW4, que se fabrica en Zárate. También le mejora la situación a Mercedes-Benz Argentina, ya que en los próximos meses estará lanzando el Vito, que se fabrica en Virrey del Pino. Gustavo Castagnino, Director de Relaciones Institucionales de la marca alemana, le dijo a Clarín que "todavía estamos analizando las nuevas medidas. Sin dudas que nos mejora un poco el panorama, ya que nuestras versiones de pasajeros pasarán a tributar un 30 % en lugar de un 50 %. Inclusive estamos estudiando la posibilidad de colocar una versión que no llegue a la segunda escala del impuesto y pueda tributar solo un 10 %".
Sin embargo, hay otros vehículos con gran aceptación en el mercado, como el Toyota Corolla, los Volkswagen Golf y Vento, el Honda Civic o el Chevrolet Cruze, todos importados, que ahora encuentran un alivio temporario con el aumento del 15 % del piso pero que, con el incremento de precios constante que vienen mostrando los 0 KM en los últimos dos años, sus versiones más caras volverán a tributar con el esquema anterior. Habrá que esperar para ver si Brasil y México, principales socios de la Argentina en materia automotriz, tienen algo para decir con este nuevo panorama.
Más aún si se tiene en cuenta que este nuevo decreto no modifica el artículo 9 de la ley 24.674, de Impuestos Internos, en donde se aclara que "Los productos importados gravados por la ley –con excepción de los que se introdujeren al país por la vía del régimen especial de equipaje- tendrán el mismo tratamiento fiscal que los productos similares nacionales, tanto en lo relativo a las tasas aplicables como en cuanto al régimen de exenciones, quedando derogada toda disposición que importe un tratamiento discriminatorio en razón del origen de los productos".