La luz sólo apuntando hacia su cara le confiere un aspecto macabro al video. Pero escuchar las frías palabras que salen de la boca de Anastasia Lechtchenko, una mexicana de origen ruso de 19 años, cuando confiesa que descuartizó a su madre y a su hermana porque “le hacían brujerías” da pavor.
Esta historia espeluznante comenzó a escribirse el 10 de junio cuando los cuerpos desmembrados de la rusa Yuliya Masney, de 47 años, y Valeria Lechtchenko, de 12, fueron hallados en bolsas de plástico en el vecindario Playas de Tijuana, ubicado a menos de un kilómetro de la frontera entre Estados Unidos y México.
“Primero degollé a mi mamá, le corté los brazos y las piernas. Y luego hice lo mismo con mi hermanita”, relató la joven sin inmutarse en el video, y explicó que las mató con un “cuchillo” porque “eran brujas" y le "hacía daño con eso”.
Según las autoridades mexicanas, ese video se grabó el 13 de junio cuando Anastasia les confesó ser la autora de los dos homicidios.
La sospechosa fue detenida en el estado norteño de Sinaloa y su abogado, Gabriel González Celestino, alega que ella encontró los cadáveres al volver a su casa, y también que fue maltratada y abusada tras su detención para que se adjudique los crímenes. Dice tener pruebas de ello.
Sin embargo, desde la fiscalía de Baja California, rechazan la denuncia del defensor y alegan que es una estrategia y que existen diversos elementos para demostrar que Anastasia asesinó a su madre y a su hermana, y que hay testigos que afirman que ella fue quien les confió lo que había hecho.