Odebrecht dijo pagar coimas por u$s 35 millones durante gobierno de Cristina

La constructora brasileña Odebrecht reconoció haber pagado coimas por u$s 35 millones en la Argentina entre los años 2007 a 2014, período en el que gobernó Cristina Kirchner. En ese lapso y de la mano del ex ministro Julio de Vido y su lobbista local Jorge "Corcho" Rodríguez, se quedó con contratos de obra pública por la ampliación de gasoductos, la construcción de una planta de agua y de una refinería para YPF.

El dato se conoce en el marco de la confesión de la firma brasileña la compañía aceptó pagar una multa de US$ 3.500 millones en Brasil, Estados Unidos y Suiza, en el marco de las investigaciones que enfrenta por el denominado Lava Jato, el mega escándalo de corrupción de Brasil en base a las concesiones corruptas que contrataba Petrobras.

Según un documento del Departamento de Justicia de los Estados Unidos que trascendió este martes, la empresa reconoce haber pagado coimas sólo en Brasil por 349 millones de dólares a través de su constructora y otros US$ 250 millones con una filial, la petroquímica Braskem.

Pero el documento detalla pagos hechos en otros países, incluyendo Angola, Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela. Con esas coimas, la compañía obtuvo contratos por 12.000 millones de dólares entre 2001 y 2016, señala la misma información.

La mayor coima pagada por la empresa fuera de Brasil fue en Venezuela: fueron “aproximadamente 98 millones de dólares en pagos corruptos para funcionarios de gobierno e intermediarios para obtener o mantener contratos de obras públicas”, señala el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

En el caso de la Argentina, el mismo informe dice que fueron 35 millones de dólares para obtener contratos por US$ 278 millones en el período 2007-2014, bajo la presidencia de Cristina Kirchner.

Esta caso tiene en vilo al actual presidente de Brasil, Michel Temer, también acusado hace semanas por un ex directivo de la firma de cobrar coimas; pero también golpea a Lula da silva, que hoy lidera las encuestas para la próxima elección presidencial.

El gobierno de Macri hace poco le dio de baja a Odebrecht una de las últimas obras que le quedaban con el Estado argentino, la ampliación de la planta compresora de gas de Pichanal en el norte del país.

En sus épocas doradas, Odebrecht se había quedado con la megaobra del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, gracias a la financiación del estatal brasileño BNDS, pero luego estalló el Lava Jato y Dilma Rouseff congeló buena parte de los polémicos créditos de ese organismo.

Por ese caso el juez brasileño Sergio Moro tenía presos a más de setenta ejecutivos d ela firma, cuya liberación se anunció en el marco de los acuerdos de "delación premiada" que firmaron. El único que queda preso es el dueño, Marcelo Odebrecht, que cuando hable se teme un crisis sin precedentes en toda la política brasileña, atento a que la firma financió prácticamente a todos los partidos.

En un comunicado difundido hoy para anunciar el acuerdo alcanzado con Brasil, Estados Unidos y Suiza, Odebrecht explicó que como parte de ese entendimiento aceptó revelar hechos ilícitos además de pagar una multa de casi 4.000 millones de reales.

"El valor se pagará a lo largo de 23 años y la suma de las cuotas se reajustará de acuerdo con la tasa SELIC. El pago de la multa será viabilizado por medio de una combinación de venta de activos ya planificadas anteriormente y de generación de caja de las operaciones continuadas", agregó la empresa.

Además, la firma acordó "someterse a un monitor externo e independiente por un período de hasta tres años" y concluye el comunicado afirmando que "agradece la oportunidad de pasar la página y superar este doloroso episodio".

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