El 25 de julio a las 16, habrá un bingo en el salón de la Asociación Docentes Universitarios (ADU), ubicado en calle Las Heras 852. Lo recaudado será destinado para ayudar a Luciano Gianformaggio, un pequeño de cuatro años, que recibe desde el 2 de diciembre en el Hospital Garahan de Buenos Aires quimioterapia y tratamientos de nutrición para vencer la leucemia.
Lo acompaña su mamá Mónica Magallanes, que tuvo que dejar su trabajo y a sus otros dos hijos a cargo de familiares para poder cuidarlo. Si bien el procedimiento es gratis, el alquiler, los viajes y el costo de vida no. Por eso su tía y un grupo de amigos organizar la actividad, para juntar fondos y poder ayudarlos hasta que Luciano mejore y esté fuera de peligro.
“Luciano era un nene súper sano, jamás presentó ningún antecedente de nada, pero eso acabó el 1 de diciembre. A las 4 de la mañana de ese día comenzó con dolores repentinos en el cuerpito, entonces mi hermana lo llevó hasta el Policlínico. Apenas me enteré fui hasta el hospital para acompañarlos, lo vi y parecía a punto de quebrarse. A las 4 de la tarde le pusieron morfina para calmarle el dolor y le hicieron los primeros análisis. Al mediodía le empezaron a aparecer hematomas en la piel y puntitos oscuros. A las 20 lo derivaron al Garrahan en una ambulancia. Llevaban plaquetas porque existía la posibilidad de que sufriera hemorragias. Todo eso pasó en menos de 24 horas”, contó Gabriela Rosell, hermana de Mónica y tía de Luciano.
Gabriela dijo que apenas llegaron a Buenos Aires, a Luciano y a su mamá los ingresaron al Hospital de Día del Garrahan. Luego de una hora y media de análisis, le diagnosticaron con leucemia linfoblástica aguda infantil, también llamada LLA, un cáncer de la sangre y la medula ósea que aparece de un día para otro sin manifestar ningún tipo de señal.
“A Mónica le dijeron que tienen que permanecer un año entero en Buenos Aires, para observar si el cáncer tiene remisión. Después hay que esperar 6 años más,para ver si la enfermedad está controlada. Lucho tiene que hacer quimioterapia y nutriciones semanalmente. El tratamiento tiene distintos protocolos, a medida que evoluciona, los va pasando. A veces suceden complicaciones. Una vez fue por una sesión de dos horas y terminó internado una semana. Fuera de eso el proceso va bien, es un día a la vez”, expresó la tía del niño.
El día a día de Luciano y su mamá en Buenos Aires no es muy fácil. Además de abandonar su trabajo, el único sustento familiar, Mónica dejó en suspenso el inicio de su proyecto de jóvenes empresas (un día antes de que diagnosticaran a su hijo, le llegó el aviso de aprobación de su emprendimiento). Además, está lejos de sus otros dos hijos, que están al cuidado de familiares.
“Apenas empezó todo esto, muchos amigos y familiares nos ofrecieron su ayuda. Como el tratamiento iba a durar mucho les dijimos que esperaran un poco, sin embargo nunca nos dejaron solos en ningún aspecto. El bingo en ADU del 25 de julio,lo hacemos con un grupo de amigas de toda la vida. Vendemos dos cartones por 50 pesos y los premios, que son todos donados, son muy buenos. También va a haber un té con mesa dulce. Todo lo recaudado va a ser para ayudar a los gastos de mi hermana y mi sobrino. El alquiler, los viajes y las demás cuestiones que están fuera de lo que brinda el Garrahan. Hay muchas familias que pasan lo mismo que mi hermana, viven en un edificio que queda a cuatro horas del hospital y comparten baños, y eso a veces es un riesgo para niños inmunodeprimidos. Por eso queremos que siga en un departamento, donde está más protegido”, finalizó.
Para los que quieran ayudar a Luciano, hasta éste viernes las organizadoras recibirán donaciones para el bingo. Los interesados pueden acercarlos al Centro Médico Pediátrico San Luis, en calle Maipú 1084. Las colaboraciones pueden ser premios para la actividad o tartas, postres y termos de café para el té que darán durante el juego.
También colectan juguetes para el Día del Niño. Los llevarán a los pequeños que, como Luciano, luchan contra el cáncer en Buenos Aires.