Las aplicaciones de mensajería instantánea han cambiado radicalmentela forma en la que las personas, sobre todo, las nuevas generaciones, se comunican entre sí. Aunque los expertos en lenguaje han insistido desde hace años que la escritura rápida y sin signos de puntuación puede provocar que, unido a una conversación en la que los interlocutores no se ven la cara, malentendidos, su uso está muy estendido en la sociedad.
De WhatsApp se ha escrito casi todo, dado que se trata de la aplicación para dispositivos móviles más exitosa en esta categoría gracias a sus más de 800 millones de usuarios en todo el mundo. Tanta es su penetración que se estima que el 70% de los usuarios españoles tienen descargada esta herramineta. Sin embargo, los expertos en psicología cren que en relaciones de pareja este tipo de «apps» (Line, Telegram, Hangouts) pueden provocar discusiones, en muchos casos derivados de malentendidos.
Para evitar esta situación, la psicóloga experta en terapias cognitivo-conductuales, Paula Borrego Iglesias, en colaboración con la empreas de servicios de ahorro doctorSIM, han elaborado una serie de consejos que consideran impotantes.
Las cosas importantes, a la cara
En primer lugar, los expertos consideran que «las cosas importantes es mejor hablarlas cara a cara». Dada la ausencia del lenguaje no verbal, hay ocasiones en la que la redacción del mensaje no es suficiente. «Por mucho emoticono que incluyamos, nunca podremos sustituir el efecto que tienen el tono, la mirada y los gestos cuando la comunicación se hace en persona», subrayan.
Mensaje visto no implica contestar
Se dan casos de obsesión por recibir contestación del receptor por parte del emisor del mensaje. Además, desde hace varios meses WhatsApp ha incluido un doble check azul que avisa de cuándo un mensaje se ha leído.
«Acceder a la aplicación no siempre significa que queramos comunicarnos. Muchas veces ya no se accede para mandar ni leer mensajes nuevos, sino para releer mensajes antiguos, comprobar últimas horas de conexión, ver si alguien está conectado… », reconoce esta psicóloga, quien apunta que cuando no se obtiene una respuesta inmediata muchas personas lo interpretan como una falta de interés del otro.
«Especialmente cuando se trata de parejas, la imaginación se desata normalmente con pensamientos negativos que generan desconfianza e inestabilidad en la relación. Si de verdad nos preocupa algo, no debemos buscar la respuesta entre los mensajes», matiza.
«También es importante destacar que particularmente nociva puede ser esta práctica cuando una relación ha acabado, pues la curiosidad por saber de la otra persona mirando constantemente su última hora de conexión, cuando está en línea… puede dificultar significativamente la superación de una situación ya de por sí compleja», agrega.
Comunicación, no entretenimiento
Para Borrego Iglesias el uso de aplicaciones del tipo WhatsApp debe realizarse como un sistema de comunicación y no como fuente de entretenimiento. «Nos acostumbramos a acudir a WhatsApp en intervalos de menos de diez minutos, ya estemos solos o, en el peor de los casos, en medio de cualquier evento social», considera.
La posibilidad de estar en permanente contacto con todas nuestras amistades nos hace perder atención sobre lo que nos está pasando aquí y ahora, esto puede molestar a nuestra pareja ya que le transmite la sensación de que lo importante para nosotros esta en otro sitio, no en su compañía. «Si ponemos en silencio la aplicación y centramos nuestra atención en las personas con las que estemos físicamente, gozaremos mucho más de su presencia y de nuestras experiencias vitales. Sin embargo, si tratamos de atender varias cosas a la vez lo más probable es que no disfrutemos de ninguna de forma completa. Recuerda que hay un momento para cada cosa y una cosa para cada momento», asegura.