El cometa 3I/ATLAS, un objeto que proviene de fuera del sistema solar, ha sido objeto de seguimiento intensivo tras su paso cercano al Sol. Los datos recabados muestran que el cometa presentó un desprendimiento de polvo y gas mucho más rápido de lo habitual en cometas del sistema solar.
Los astrónomos observaron que 3I/ATLAS se volvió visible en una fase avanzada, emitió coma y cola antes de lo esperado y mostró una coloración “más azul” de lo típico. Esta combinación de rasgos apunta a una composición y origen distintos a los cometas comunes.
Además, las observaciones señalan que la proporción de dióxido de carbono frente al agua en su emisión es muy elevada, lo que sugiere que podría contener hielos o materiales volátiles que no son habituales en objetos formados alrededor del Sol.
La singularidad de 3I/ATLAS radica en que ofrece una ventana a materiales y condiciones del espacio interestelar: objetos formados en otro sistema estelar que pueden aportar claves sobre la diversidad de cuerpos cometarios en la galaxia.