La justicia de Colombia condenó al expresidente Álvaro Uribe Vélez a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal. El fallo, de más de 1.000 páginas, marca un hecho sin precedentes en la historia política del país.
El caso se originó en 2012 cuando Uribe denunció falsos vínculos de un congresista con paramilitares. Según la justicia, Uribe habría manipulado testigos para sostener esa acusación.
“Quieren destruir a una voz de la oposición democrática”, afirmó Uribe en su defensa, denunciando una persecución judicial.