La ex presidenta de la Nación y actual titular del PJ Nacional, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a escena con un mensaje cargado de contenido político tras recibir la visita del presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva.
Desde sus redes sociales, Cristina calificó el encuentro como algo más que un gesto personal: “Su visita fue mucho más que un gesto personal, fue un acto político de solidaridad”, escribió, vinculando la situación judicial de ambos líderes con el fenómeno del lawfare.
“Lo llevaron preso e intentaron callarlo, pero no pudieron. Volvió con el voto del pueblo brasileño”, expresó en referencia al camino judicial que Lula enfrentó antes de ser nuevamente electo presidente de Brasil.
Cristina, actualmente bajo arresto domiciliario por decisiones judiciales en su contra, apuntó una vez más contra el Poder Judicial argentino: “Hace tiempo dejó de disimular su subordinación política y se convirtió en un partido político al servicio del poder económico”.
La ex mandataria recibió al presidente brasileño en su residencia, en un encuentro que fue leído en ámbitos políticos como un fuerte gesto de respaldo regional. Las declaraciones encendieron nuevamente las especulaciones sobre un posible retorno a la campaña electoral activa, ya sea como candidata o como figura clave dentro del armado del peronismo.
En un contexto de creciente tensión institucional y con un oficialismo fragmentado, Cristina parece ensayar una estrategia de reencuentro con la militancia y con sus bases: el voto del pueblo como bandera, y la denuncia de la persecución judicial como núcleo del relato político.