Durante la demolición de una casa en la Avenida Congreso, barrio de Coghlan, donde vivió Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, se encontraron restos óseos humanos y objetos personales como relojes.
La dueña de la propiedad, Marina Olmi, recordó que la casa tenía "algo oscuro en el fondo", mencionando incidentes extraños como el incendio espontáneo de un árbol cerca de la pileta.