Luciano Cardarelli, secretario general del SIJUPU, exhibe una vida que es imposible de sostener para el grueso de los mortales. Viaja por el mundo, compra regalos costosos y muestra sus lujos en redes sociales. Además consigue lugares exclusivos dentro de la estructura judicial para familiares y amigos.
Lucho Cardarelli, según su perfil en redes sociales, no se priva de nada y lo muestra con absoluta impunidad. Con el salario en la justicia poco o nada puede justificar las extravagancias que ostenta como alojamientos en hoteles exclusivos, viajes al exterior, regalos en dólares y un sin fín de demostraciones propias de un magnate.
Es así que sus vínculos económicos y sindicales le permitieron escalar de manera meteórica en la sociedad y pasó de escasos bienes personales a vivir una vida que dista mucho de la del sindicalista que camina a pie y defiende interés colectivos.
Según parece, el hombre es generoso con sus parejas, a la ex mujer le ayudó a conseguir en un alto cargo dentro de la justicia en la segunda circunscripción, del mismo modo con su actual compañera de vida quien muestra en Instagram la magnificencia de "Lucho". La mujer de apellido Battaglia ingresa con su Toyota Corrolla a las instalaciones del poder judicial y es beneficiada con uno de los lugares preferenciales en las cocheras. Conocida como la "Wanda Morena", Battaglia muestra los regalos y la vida extravagante junto al sindicalista.
Según se pudo saber, Cardarelli es poco apegado a usar fondos propios para gastos particulares y prefiere que sea el SIJUPU quien sostenga sus necesidades a tal punto que habría comprado, a través del gremio, las cubiertas de su auto bajo la excusa de recorrer la provincia.
Sindicalistas ricos, un estilo que no pasa de moda.