Diego García, Senador del Departamento Ayacucho, tristemente recordado por su frase "ley superadora" en relación a la norma que habilita la llegada de 53 funcionarios de Rodríguez Saá al legislativo, abrió un local comercial en plena crisis económica. Se desconoce el origen de los fondos que le permitieron incursionar en la venta de cerámicos.
Ubicado en la esquina de Avenida Córdoba y Calle Pringles, de las más transitada en Quines, el legislador emprendió su aventura de comerciante al tiempo que legisla de "taquito y en forma exprés" dado que en menos de 1 una hora leyó, buscó documentación, indagó y elaboró su propia idea sobre el proyecto enviado por Rodríguez Saá y le dio media sanción, un hombre verdaderamente prolífico dado su limitada capacidad intelectual.
La fortuna oficialista tocó la puerta de Gatica y le permitió abrir su propio local en una localidad que siente, como el resto de la provincia, la grave crisis económica. Algunos vecinos aventuran la idea de que la venta de cerámicos podría tratarse de un pantalla que le permita justificar ingresos oscuros.