Diario La Nación: El Kirchnerismo quiere festejar el domingo en San Luis, la oposición busca dar un batacazo

El diario cuenta que el Presidente espera festejar en San Luis mientras que la oposición al Kirchnerismo va por el batacazo, según la nota firmada por el periodista Jaime Rosemberg.

La antesala del cierre de listas de candidatos previsto para el sábado 24 del mes en curso, el Gobierno espera festejar victorias en las dos gobernaciones que se pondrán en juego el domingo que viene: Tucumán, que luego del entuerto judicial tendrá a Osvaldo Jaldo como candidato y Juan Manzur como jefe de campaña, y San Luis, donde el gobernador Alberto Rodríguez Saá pretende extender su dominio de la política local a través de su delfín, el exjuez Jorge Fernández. El oficialismo enfrentará, en ambos casos, a dirigentes referenciados en Juntos por el Cambio, coalición que además de aguardar por dos “batacazos” en esas mismas provincias confía en triunfos por amplio margen en las legislativas de Corrientes, donde manda el gobernador radical Gustavo Valdés, y en las primarias para gobernador de Mendoza, donde el exgobernador y también radical Alfredo Cornejo se prepara para iniciar su camino de regreso a la gobernación, con la principal oposición en el “disidente” Omar de Marchi.

“En Tucumán se gana bien, y en San Luis va a estar finito, pero tenemos confianza”, coincidieron en diálogo con LA NACION dos ministros del gobierno de Alberto Fernández con influencia en la estrategia electoral del oficialismo.

Las mayores esperanzas del kirchnerismo, siempre en un contexto de gobernadores que provincializan su destino y se despegan de la suerte del proyecto nacional, están en Tucumán, donde Jaldo apuesta a sostener el poder del peronismo, ya sin su socio, el actual gobernador y exjefe de gabinete Juan Manzur, como compañero de fórmula por decisión de la Corte Suprema, pero trabajando como jefe de campaña. “Estamos quince puntos arriba”, sostuvieron sin dudar desde la gobernación tucumana, en referencia a la diferencia de Jaldo con la fórmula de Juntos por el Cambio, que componen el diputado radical Roberto Sánchez (apoyado por la estructura partidaria) y el actual intendente de la capital tucumana, Germán Alfaro, cercano a Horacio Rodríguez Larreta.

En el peronismo esperan una “ayuda” de Ricardo Bussi, candidato de Fuerza Republicana y aliado de Javier Milei en Tucumán, que podría alcanzar un diez por ciento de los votos y quitarle parte de esos sufragios al conglomerado opositor. A diferencia de los candidatos de Juntos por el Cambio, que recibieron esta semana al ex presidente Mauricio Macri y a la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, no se espera la llegada de referentes nacionales del Gobierno en la previa de esa elección. “Estamos bien así”, definen desde el PJ tucumano, confiados en el triunfo.

Distinta es la expectativa en San Luis, donde hasta en la Casa Rosada estiman que la elección será, al menos, reñida. El gobernador puntano, alejado en los últimos tiempos del Gobierno, se fotografió días atrás con su colega de Córdoba y pre-candidato presidencial, Juan Schiaretti, aunque en Balcarce 50 ponen paños fríos. “Es sólo para las fotos, Schiaretti no tiene ningún gobernador que lo apoye”, puntualizan desde el Gobierno.

 

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