"Que me digan en dónde están los pobres", dijo el Gobernador semanas atrás, este sábado un informe especial de La Nación desnudó la grave problemática de San Luis, el 64% de los niños y niñas son pobres.
"Le dije a Lavagna que está mal", aseguró el mandatario sobre su charla con el titular del INDEC, Marco Lavagna. "Le dije que haga una visita domiciliaria a San Luis y diga dónde están los nichos y yo voy. No quiero ni voy a permitir que en San Luis haya pobreza y menos indigencia. Pero que me diga dónde está para acudir”, agregó Rodríguez Saá con desconcierto sobre la pobreza y la indigencia.
El Gobernador prefirió culpar al mensajero, en este caso el INDEC, y negar una situación compleja y grave que golpea a la mitad de la población y que resulta más aguda en los niños, niñas y adolescentes.
Rodriguez Saá: "Que me digan en dónde está la pobreza en San Luis"
Semanas después de la frase de Rodríguez Saá el matutino le mostró al país la desesperación de vivir sin comida, sin esperanza ni futuro.
Naney Miranda tiene 5 años y se acomoda sobre la cama para pintar. Ahí también hace la tarea, come y pasa el rato. En el ranchito de 4×4 metros en el que vive junto a su mamá y sus dos hermanos en el barrio La República en la ciudad de San Luis, no hay lugar para nada. “Estábamos muy apurados y teníamos poco material, había que improvisar y por eso la hicimos con forma de carpa. Es un solo ambiente. Ahí nos acomodamos entre todos. Al fondo los chicos, al frente nosotros y en el medio la cocina”, cuenta Eliana Cabañes, su mamá. El piso es de tierra, y en las paredes de pallets cuelgan camperas, buzos y carteras. No hay mesa ni sillas. Solo dos camas, una cocinita y algunos estantes para poner utensilios para el día a día. Su hermana Fiamma de 11 años, se fue a buscar leña al monte.
Hambre de Futuro recorrió algunas de las zonas más vulnerables de la provincia y se encontró con que en este clima árido, atravesado por la falta de agua y los cerros de fondo, muchos chicos viven en ranchos, expuestos al hambre y al frío. Como nota positiva, los niños, adolescentes y jóvenes del pueblo Huarpe de Guanacache, hoy pueden vivir, estudiar y trabajar en su territorio, gracias al reconocimiento y el apoyo que recibieron de la gobernación. LA NACION quiso comunicarse con Nicolás Anzulovich, ministro de Desarrollo Social de San Luis, para conocer más sobre las políticas que están implementando para mejorar la calidad de vida de las familias más vulnerables y no obtuvo respuesta. Según un informe elaborado por Unicef en base a cifras oficiales, el 64,3% de los niños y niñas de San Luis viven en hogares pobres, el 54,6% lo hace en familias con nivel educativo bajo, el 22,4% en viviendas que no acceden a un servicio público y el 12,6% pasa sus días viviendas con una calidad de materiales precarios. Muchas de las personas entrevistadas tienen miedo a hablar y no quieren salir a cámara. Prefieren no arriesgarse a perder el Plan de Inclusión Social que otorga la provincia. “Les cortaron los sueños, los tienen controlados”, dice una fuente que prefiere no revelar su nombre.
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