El integrante del Tribunal de Contralor dio cuenta de los desmanejos del Intendente. Una plaza que costó $33.000.000, licitaciones sin difusión y el Concejo como escribania.
“El intendente Frontera no respeta el orden constitucional local de Villa Mercedes. Adopta decisiones que son propias del Concejo Deliberante y luego, ante los hechos consumados, envía los proyectos como si el Concejo fuera una escribanía que tiene que certificar sus actos. El 20 de mayo inauguró una plaza, unilateralmente dispuso su nombre y horas antes del acto, envió el proyecto al cuerpo deliberativo, cuando los concejales ya no tenían tiempo de tratar el tema. Estos ilegales hechos de Frontera fueron abordados por el Tribunal de Contralor y la mayoría que integramos con Silvia Palacios, dispuso presentarle un pedido de informes, hasta ahora no respondido”, contó Ricardo Bazla.
“Es una conducta típica de quien pretende gobernar con la suma del poder público. Típico discípulo de Rodríguez Saá y así no es el sistema democrático de gobierno, aunque a ello no les agrade”, agregó.
“Además, hemos detectado que las licitaciones no cumplen los requisitos de publicidad que establece el ordenamiento jurídico, por lo cual hemos dispuesto emitir una resolución para que las cosas se hagan como corresponde y no como se les ocurre a algunos funcionarios, que tienen el consentimiento del intendente”.
Sobre la suma de pasos incorrectos que da el Intendente, Bazla adelantó que “hay serias falencias que se las hemos hecho conocer, se han comprometido a brindar respuestas y n lo hacen, por lo cual esta semana daremos cuenta de las irregularidades al Concejo Deliberante, que es el único órgano que puede imponer sanciones en materia municipal”.