El Kirchnerismo busca "salvar los trapos" en Juana Koslay para evitar una derrota que deshilache cualquier armado para el futuro. Es así que Rodríguez Saá tejió una estrategia a medida, municipalizar la elección y esconderse detrás de la figura del Intendente.
El oficialismo cuenta con una sola carta en Juana Koslay, es "Toti" Videla. Detrás de él buscan esconderse y sumar votos de cara a las generales del 14 de noviembre.
Tras la derrota categórica de las paso en las que Poggi obtuvo una ventaja de 15 puntos, el Kichnerismo en la figura del Gobernador ideó un plan que se ve a las claras, todos detrás del Intendente. El denominado "operativo escondite" consiste en correr a las figuras del Gobierno Provincial y Nacional con el objetivo de discutir la elección municipal y "colgarse" de la boleta de Juana Koslay.
A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las localidades y ciudades donde el oficialismo tapa a sus candidatos, casos como el de Mones Ruiz, Natalia Zavala Chacur y Sol Uría en Merlo, en la ciudad más cercana a la capital sanluiseña el gobierno provincial se esconde.
El denominado "cuerpo a cuerpo" de la gestión municipal de "Toti" Videla, cerca del vecino, es lo que Rodríguez Saá no tiene ni por asomo y es un aporte fundamental para la estrategia de conseguir votos detrás del Intendente.