Desde la cárcel, Solalinde y Rosendo, manejan la patota sindical que es la mano de obra de los ataques políticos y sociales. Cámaras de seguridad que no funcionan.
Están presos, uno mató a su ex pareja y el otro la golpeó salvajemente, cuentan con la protección del poder de Rodríguez Saá y controlan la violencia en las calles de Villa Mercedes.
Anoche la patota sindical que responde a los presidiarios atacó la sede de Poggi en Villa Mercedes. El lugar está en Avenida Mitre y La Rioja tan solo a una cuadra de la Muncipalidad y cuenta con una cámara de seguridad pública que no funciona.