"Se rompió la cadena de mando", dijo uno de los testigos del feroz enfrentamiento entre la Ministra Sosa Araujo y la titular del Comité de Crisis. Tras un tenso cruce de palabras debió intervenir un personaje cercano al hijo del Gobernador.
Los pasillos de Terrazas del Portezuelo son un verdadero polvorín, por allí cualquier situación medianamente estresante puede terminar en una batalla de repercusiones insospechadas. Al promediar la semana pasada la relación entre Silvia Sosa Araujo, titular de la cartera de Salud, y la médica encargada de coordinar las acciones tendientes a morigerar el impacto del Coronavirus en la provincia, llegó a un punto de difícil retorno.
La Ministra cuestionó a Zanglá los datos de la trazabilidad en una reunión en la que definían los pasos a seguir. La funcionaria de mayor rango pidió explicaciones sobre los contagiados, el ritmo que lleva la enfermedad y las proyecciones. La médica intentó esquivar el embate de la Ministra aduciendo que esos datos ya habían sido expuestos y que ella estaba allí "por orden del Gobernador", frase que enfureció a Sosa Araujo.
"Se rompió la cadena de mando", dijo un testigo directo del fuerte cruce. "Zanglá se siente protegida y avalada por el Gobernador, la Ministra siente que ahora la exponen en un contexto en el que nunca la tuvieron en cuenta y no quiere pagar los platos rotos", agregó.
Lo cierto es que el cruce de acusaciones sobre los resultados de las medidas oficiales, ineficientes a juzgar por el crecimiento de casos, desbordó la charla a tal punto que debieron buscar alguna autoridad dentro de Terrazas que pudiera calmarlas. Sin el Gobernador, la ausencia de la Jefa de Gabinete y el Secretario General de la Gobernación (Albertito), siempre ausente con aviso, recurrieron a Micky Berardo, amigo del Hijo del Gobernador, quien medió para calmar los ánimos.
"La relación está rota desde hace tiempo, solo que ahora lo hacen saber", analizó un funcionario del Ministerio de Salud.