Alberto encendió, desde El Diario de la República, un fuerte ataque a la figura del ex obispo de San Luis que falleció en Italia. Recuerda el pasado de Laise con la dictadura pero omiten la propia participación con los militares y los favores que el desparecido religioso le hizo a su familia.
Este lunes falleció Juan Rodolfo Laise, obispo emérito de la provincia y quien ejerció como máxima autoridad de la diócesis durante tres décadas desde 1971 hasta 2001 cuando presentó la renuncia al cargo tras cumplir màs 75 años de edad.
Durante todos esos años la relación del desparecido religioso con el poder fue muy estrecha. Durante los juicios a los militares que participaron activamente de la última dictadura militar el nombre de Laise apareció en reiteradas oportunidades y con denuncias concretas. Pese a las citaciones el obispo nunca prestó declaración.
La descripción de los hechos imputados a Laise fueron parte de la nota que publicó El Diario de la República sobre la muerte del hombre fuerte de la iglesia puntana. Lo que Rodríguez Saá pasó por alto en esa crónica periodística, con sentido ojo crítico pero abiertamente parcial, es su propia participación en la dictadura, el intercambio de cartas con Massera en la que pedía "castigo ejemplar" hacia un número de dirigentes a los que acusaba de "subversivos".
El propio Gobernador omite, deliberadamente, las negociaciones con el Obispo y el silencio en temas puntuales. Olvida la necesaria y contundente participación de Laise en el proceso del "perdón" después del secuestro de Adolfo Rodrìguez Saà.
Una vez màs el poder de los Rodrìguez Saà castiga a los propios, los hace culpable de los pecados que compartieron en forma conjunta y los somete al escarnio público. Lo que este medio define como "el manual de estilo de los Rodrìguez Saà"