Decir la misma mentira tantas veces puede terminar en su camino, el que recibe el mensaje sabe que no es verdad más aún si el que lo emite pretende tentarlo en un año electoral donde el que necesita del otro es precisamente el fabulador. En pocas palabras, lo jóvenes saben que los Rodríguez Saá mienten.
Cualquier encuesta arrojará por estos días datos diferentes sobre el resultado de las elecciones para gobernador del próximo 16 de junio, dependerá de quien la contrate y las especulaciones al respecto. Pero todas coincidirán en sólo dato, entre los jóvenes crece el rechazo a los hermanos Rodríguez Saá.
Por esa razón veremos que a medida que las elecciones se acercan Adolfo y Albertto emplean las mismas estrategias a fin de seducir a un electorado que les significa una verdadera piedra en el zapato. Los jóvenes no les creen y no se dejan manipular.
En 2017 los hermanos abrazaron la mentira del “Año de la Juventud” en el que crearon al Secretaría de la Juventud que no fue más que un rejunte de los hijos del poder desde donde se atrincheraron para atacar y hostigar a los jóvenes que fueron beneficiarios de una beca. Duró apenas un año, pasaron las elecciones y las persecuciones hicieron que muchos jóvenes se quedaran sin el beneficio y luego la baja definitiva del programa. Perdieron todos y ganaros los poderosos de siempre.
Esta vez vuelven con la mentira, Adolfo se muestra con un discurso moldeado por un asesor de comunicación, se ve claramente que no maneja ese target. Alberto se quedó sin ideas nuevas y volvió a la mentira como único eje de campaña, ahora promete trabajo a los jóvenes cuando tuvo tres años para hacerlo. Lo anuncia a dos meses de la elección como si eso fuera suficiente para volcar a su favor a un gran número de votantes que piensa por si sólo y que no se come los versos de los Rodríguez Saá.
Puestas en escenas y mentiras, las variantes de los hermanos para tentar a los jóvenes que ya conocen esas estrategias añejas y fuera de tiempo.