Eernesto Nader Alí asume nuevamente en Seguridad, sin antecedentes y con problemas de papeles para ser candidato en La Toma, es el hombre que Alberto designó para luchar contra las drogas.
Sin antecedentes, salvo el fracaso de su gestión en la misma cartera, Alí retorna con más pena que gloria. El mérito para ocupar uno de los cargos más sensibles es un reciente tatuaje de un señor que podría ser el Gobernador, además de una manifiesta amistad con Alberto Rodríguez Saá, padre e hijo.
Alí es un peligroso personaje en la escena social, es el espía que comanda una red de escuchas ilegales montadas en una casa de la calle General Paz en la ciudad de San Luis. Desde allí monitorean a políticos, periodistas y hacen tareas de inteligencia. Como si fuera poco, intenta ser candidato a Intendente en La Toma pese a que el padrón definitivo lo ubica con domicilio en la localidad de Potrero de los Funes.