El mandatario provincial contrató a la firma de la que participaba el ex vicepresidente Boudou para renegociar en forma ventajosa una deuda con la Nación.
El ex Secretario de Hacienda y Finanzas del Partido de la Costa, ex Director Ejecutivo de la ANSES, ex ministro de Economía de la Nación, y ex vicepresidente de la República Argentina, Amado Boudou está preso desde el 7 de agosto pasado.
El tribunal Oral en lo Criminal Federal N 4 lo condenó a cinco años y diez meses de cárcel por haber cobrado coimas y haber cometido el delito de negociaciones incompatibles con la función pública tras liderar la compra ilegal de la única imprenta privada del país capaz de fabricar dinero: Ciccone Calcográfica.
El caso Boudou no terminó allí. Continuó. Y Continuará. De a poco se irán conociendo cada vez más descalabros cometidos por los protagonistas de esta historia. Tras la detención de Boudou, el juez federal Ariel Lijo, que llevó la instrucción de la causa Ciccone junto al fiscal Jorge Di Lello, siguió investigando a lo que se dio en llamar el caso Ciccone II. Es el tramo de esta historia que debe resolver cómo y por quiénes fue financiada la adquisición y puesta en funcionamiento de esa compañía estratégica para garantizar la seguridad de la emisión monetaria.
Como publicó este viernes Clarín, Lijo procesó por diferentes delitos vinculados a esas acciones económicas al banquero Jorge Brito, al ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, entre otros ex funcionarios y viejos amigos del ex vice que formaron parte de la “nueva” Ciccone. También le dictó el sobreseimiento a varios miembros de la familia fundadora de la imprenta que llevaba su apellido, justamente los Ciccone, lo que haría suponer que fueron víctimas de una compra hostil de su empresa.
La sociedad con la que Boudou y sus amigos se adueñaron de esa megaimprenta se llama The Old Fund. Era desconocida y nunca había facturado nada. El primer negocio antes de administrar la mayoría de las acciones de Ciccone Calcográfica lo hizo con la provincia de Formosa. Es gobernada por el peronista Gildo Insfrán desde 1995. La misteriosa The Old Fund cobró 6,8 millones de pesos por una asesoría sobre renegociación de deuda pública.
Ante un escenario procesal negativo, Insfrán, esta misma semana, presentó en la Justicia un recurso para ralentizar una definición del juez Lijo sobre el rol que cumplió en toda esta historia.
Para financiarse durante el 2010, The Old Fund cometió una serie de descalabros que muestran la impunidad con la que creían que se manejaban sus dueños y directivos. Esos negociados fueron develados a la Justicia por quien dirigió esa sociedad, Alejandro Paul Vandenbroele. Es el primer “arrepentido” de la historia del país en un caso de corrupción.
El cambio de la Ley sobre esa figura procesal, impulsado por Cambiemos, permitió que puedan colaborar con la Justicia quienes participaron de delitos vinculados al dinero público.
Vandenbroele habló primero con el fiscal Di Lello. Y luego fue Lijo quien “homologó” su acuerdo.
Vandenbroele sorprendió en el juicio oral del caso Ciccone cuando declaró y contó detalles increíbles sobre su participación en en el caso Ciccone. Mostró documentación y mails. Contestó preguntas. Habló cuatro horas seguidas. Con tono calmo, y mostrando que tenía oficio en su profesión, la de abogado, impactó con precisión contra el relato del resto de los procesados. Sobre todo, los de Boudou y Nuñez Carmona.
En esas horas determinantes, dio a conocer cómo se financió la compra de la ex imprenta Ciccone. Y cuál era la verdad, según su documentación y la tesis judicial, respecto a los primeros millones que llegaron a la cuenta The Old Fund. Fueron los millones de Formosa.
Insfrán buscaría ahora que el caso sea considerado ya resuelto por la Justicia de su provincia, donde nunca fue inquietado por ningún magistrado. En los tribunales federales creen que no logrará su cometido.
El caso Formosa es una muestra del desparpajo con el que se movió Boudou como ministro de Economía.
De acuerdo a lo declarado por el “arrepentido” Vandenbroele, la sociedad The Old Fund “debutó” el 21 de mayo del 2010. Ese día emitió su primer factura de negocios. Fue por $7.667.161 (casi US$ 2 millones según el tipo de cambio de ese día).
¿La razón de esa ganancia? La empresa, aunque no tenía empleados salvo una secretaria, ni experiencia en trabajos financieros, apenas era una “cáscara” con nombre y accionistas (Vandenbroele y un viejo amigo de Boudou de Mar del Plata, Sergio Gustavo Martínez), consiguió que Formosa la contratase para asesorar a la gestión gubernamental local.
Insfrán buscaba mejorar la renegociación de la deuda pública de su provincia mediante la firma de una “addenda” con el ministro de Economía. Era Amado Boudou. Año 2010.
Vandenbroele no solo afirmó en el juicio oral de Ciccone, y lo demostró, que para la fecha en la que The Old Fund “asesoraba” a Insfrán él, como director de The Old Fund, estaba en realidad en Mendoza. Si no que también afirmó que los contratos firmados con el Estado formoseño fueron realizados mucho tiempo después de la consultoría ficticia. Se “post-datearon”. Algún papel sobre ese primer trabajo de The Old Fund debía existir. Fue creado una vez consumado el hecho: cobrar.
También se supo adónde fueron a parar esos casi 8 millones de pesos. Se repartieron entre protagonistas del caso. Una parte fue para Vandenbroele, otra para Nuñez Carmona, que le aseguró que dividiría el dinero con su socio Boudou. Y el resto fue a cuentas de un empleado del Banco de Formosa, llamado Martín Cortés. Es aun hoy operador financiero del gobernador Insfrán. Ascendió: es el director del banco en el que antes era apenas un empleado.
El dinero que cobró The Old Fund de Formosa fue retirado en efectivo, después de ser transformados a dólares en una sede del Banco Macro.
La entidad no emitió, como debiera haber hecho según la visión judicial, un “reporte de operación sospechosa” (ROS), para que esa maniobra fuera investigada por la Unidad de Información Financiera (UIF) como posible lavado de dinero. En la era K la UIF estaba al mando de José Sbatella, quien nunca ordenó alguna pesquisa a sus jefes políticos.
Antes de cobrar los fondos formoseños, la cuenta de The Old Fund en el Macro tenía apenas $ 19,50.
Una curiosidad: Núñez Carmona solía ser voraz con el dinero y, aunque ese resto era poco, allí estaba, sobrando en los saldos de The Old Fund.
Según fuentes del caso, y de documentación que consta en el expediente, Cortés se quedó con 795.260 dólares. Con ese dinero adquirió acciones del Banco de Formosa. Hoy figura como dueño del 4,86% del capital de Banco de Formosa S.A..
La plata que se quedó The Old Fund sirvió para financiar a la empresa y gracias a ese dinero pudo luego adueñarse de la ex Ciccone Calcográfica. Ahora se sabe: la “addenda” que firmó Insfrán con Boudou, le permitió a Formosa evitar pagar hasta ahora 1.480 millones de dólares en interés de esa mora que tiene con el Estado Nacional. La provincia deberá abonar esa fortuna, toda junta, en el 2040. Faltan 22 años. Para entonces, Insfrán tendrá 89 años.
Las nuevos procesamiento dictados por Lijo serán analizados ahora por la Cámara Federal. El tribunal podría agravar los delitos tipificados por el juez.
El caso Ciccone podría impactar de modo negativo en aun más personajes de la vida publica nacional.