Por ahora, la jueza no pedirá el reflotamiento del submarino

Marta Yáñez, la magistrada de Caleta Olivia, dijo que primero deben evaluar la factibilidad, pero destacó que no pondrá en riesgo vidas humanas en esa tarea.

Tras la confirmación del hallazgo de los restos del ARA San Juan, toda la atención se centralizó en la figura de Marta Yáñez, la jueza federal que interviene en el caso. La magistrada deberá decidir a partir de ahora cómo sigue la investigación. Para eso, Yáñez y los secretarios de la causa podrían viajar en los próximos días a Buenos Aires, con el objetivo de obtener de manos de la Armada las imágenes complementarias. La jueza no pedirá, por ahora, rescatar el submarino. “Hay que ver la factibilidad de que pueda suceder (el reflotamiento). Estamos hablando de una embarcación que con agua, llega a pesar 2.500 toneladas, de manera que tampoco voy a arriesgar a perder las condiciones físicas ni vidas humanas en tren de poder rescatarlo, si ello conlleva a que lo van a romper”, dijo. Y agregó: “Prefiero conservar la prueba en la forma en que está, ante la eventual posibilidad de que para reflotarlo haga falta romper o cortarlo en pedazos”.

“En base al análisis de registros fotográficos y fílmicos se evaluarán las próximas medidas del caso”, detallaron fuentes del expediente. Y agregaron que en un futuro cercano se evaluará la conformación de un cuerpo de peritos de parte, para determinar qué pudo haber sucedido con la embarcación, que llevaba 44 tripulantes a bordo, y también si podrá o no ser removida del lugar donde la encontraron. La empresa Ocean Infinity, que tuvo a su cargo la búsqueda y detectó el viernes el lugar donde yace la embarcación, emitió tres imágenes que corroboraron la aparición de la nave. En tanto, lo que la Justicia busca a partir de ahora es tener mayores precisiones sobre la ubicación así como del lecho marino en el que apareció el ARA, cómo se encontraron y dónde están sus diferentes partes. “La jueza debe determinar en qué momento se pueden remover las partes constitutivas del submarino. Esto obedece al campo pericial”, sostuvo ayer el vicealmirante José Luis Villán.

La magistrada compaginó ambas investigaciones con causas de toda índole que siguieron acumulándose en su despacho de la calle Rivadavia. Desde casos de trata hasta delitos tributarios o de corte comercial y amparos de salud, fueron algunos de ellos. Con un reducido grupo de empleados, Yáñez se enfrentó así al desafío más grande de su carrera: saber qué había pasado con la nave. Junto a sus colaboradores sumó horas de trabajo y además de ordenar allanamientos, y toma de declaraciones testimoniales, aprendieron sobre cuestiones técnicas y se adentraron en un mundo complejo. Desde la dinámica de la Armada hasta cómo leer cartogramas.

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