Empató 1-1 ante Cruzeiro en Brasil, pero estuvo abajo en el marcador casi todo el segundo tiempo. Sassá y Pavón anotaron los goles. En la ida, “El Xeneize” había ganado 2-0. Se medirá con Palmeiras.
Con un alto grado de dramatismo y emoción, apretado pese a tener un hombre de más, Boca logró este jueves a la noche la clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores, al empatar como visitante 1-1 frente a Cruzeiro, que no pudo torcer los dos goles de ventaja del "Xeneize" en la ida.
Sassá, tras una jugada de pelota parada, adelantó al Cruzeiro a los doce minutos del segundo tiempo, para hacer estallar a los miles de hinchas en el estadio "Mineirao", que era una olla a presión.
La expulsión de Dedé por doble amarilla -el mismo que había visto la roja en la ida y después perdonado por la Conmebol- parecía darle tranquilidad a un Boca que tuvo un par de jugadas en las que podría haber sufrido el segundo tanto.
Y, con el tiempo cumplido, en una combinación con Ramón Ábila, Cristian Pavón aprovechó la desesperación de un equipo jugado en ataque y puso el 1-1, que obligaba a Cruzeiro a convertir dos tantos.
Boca hizo un desgaste enorme en defensa, pero en el global de la serie avanzó con justicia, porque demostró más argumentos para llegar a semis y ser el rival de Palmeiras, a fines de octubre.