El Gobernador debió salir a negociar frente a un grave problema financiero de la provincia. La Nación ofrece ayuda pero antes se debe firmar el Pacto Fiscal. Los 80 mil planes sociales complican a Rodríguez Saá que ya adelantó que deberá usar el fondo anticrisis.
Desde las pasadas elecciones cuando desesperados por dar vuelta la contienda electoral los hermanos Rodríguez Saá salieron a repartir planes sociales para apaciguar la falta de trabajo ante la fuga de empresas por las que se perdieron más 10 mil puestos, los números en la gestión de Alberto no cierran.
Meses atrás el propio Adolfo visitó la Casa Rosada, pidió dinero y cerrar un acuerdo económico, la respuesta fue la de suscribir el pacto fiscal al que llegaron el resto de las provincias con el gobierno central. Ahora Alberto llegó hasta la oficina del Jefe de Gabinete de la mano del secretario de Provincias y Municipios, Alejandro Caldarelli.
Las primeras informaciones indican que Marcos Peña se mostró predispuesto a brindar asistencia financiera pero dejó atado el acuerdo a la posibilidad de que la Provincia se sume al consenso fiscal.