El Puntano.com consultó a un especialista sobre las vivencias en las fiestas de fin de año. “Hay que basarse en la lógica de la esperanza”, resumió el Licenciado Alberto Jaimez.
Con la llegada de diciembre nos predisponemos a mirar el pasado reciente y el futuro de una manera particular, las fiestas y la posibilidad de reencontrarnos con los seres queridos dejan abierta la puerta para las emociones y los balances.
Respecto a las particularidades con la que encaramos estas festividades, consultamos al Psicólogo Alberto Jaimez sobe temas recurrentes a esta altura del año.
“En general cuando llega fin de año muchos nos ponemos maníacos y muchos nos ponemos depresivos. Los que nos ponemos maníacos tendemos a festejar, a organizar encuentros y a reunir a la gente, seguramente debe ser porque el balance del año fue bueno. Otros que se deprimen tendrá que ver con que un año más de vida ha pasado, quizás fueron más las frustraciones que los éxitos en ese año y es como que vamos dejando las esperanzas de lado”.
“Vemos que hay distintos climas y que tienen que ver con formas distintas de encarar algo que no tiene solución de continuidad, pero sin embargo nosotros se la damos de acuerdo al calendario. Es decir, nos regimos por el tiempo cronológico y no por el tiempo interno de cada sujeto, el tiempo interno de cada sujeto nos hace estar siempre bien”.
Respecto a los balances que son prácticamente imposibles de evitar, Jaimez analizó que “casi todos hacemos balances, consiente o inconscientemente siempre a fin de año, queremos contabilizar como nos ha ido en este tiempo. Hay que hacer balances y mirarlo con lo que yo llamo la lógica de la esperanza.
“El que sufre un bajón a fin de año indudablemente lo puede evitar o mejorarlo si se sitúa en el momento de su pensamiento, pero si se aferra al pasado puede traernos un estado depresivo no una depresión sino un estado depresivo. Si nos situamos en el ahora y valoramos lo que tenemos, como la familia o la salud y evitamos los estados depresivos”.
En relación a estos estados tan disímiles, el profesional entendió que “los estados maníacos y depresivos son naturales y van a ser diferentes en las distintas personas. Somos seres singulares, nadie es igual a otro por lo tanto vamos a tener diferencias sustantivas en las distintas fechas ya sea Navidad, fin de año o nuestro cumpleaños”.
Para superar cualquier estado que pudiera estar asociado a una depresión momentánea respecto a los balances, Jaimez nos dio una herramienta. “Si uno tiene esperanzas por más que le haya ido mal en el año tiene la intención, el deseo, la capacidad de superar eso esperanzadamente y pensar que el año que viene va a ser mejor para mí, para mi familia, para mis amigos, para la sociedad. Esto es un pensamiento muy importante, siempre basarse en la lógica de la esperanza”, concluyó.