Líder de la Generación Dorada, el bahiense deja ahora su legado como directivo: construye el Dow Center, edificio multiuso tipo que será el mejor de América Latina.
"Este lugar fue mi sueño siempre. Y será justamente lo que me hubiese gustado que me ofrecieran a mí antes e irme afuera”. Era 1995 cuando Pepe Sánchez, un adolescente distinto, con demasiadas inquietudes como para seguir sólo jugando al básquet en la Liga Nacional, decidió emprender el camino más largo, el más exigente y difícil: aceptó la beca completa de la Universidad de Temple y se fue a estudiar y jugar (sin cobrar un sueldo) a Estados Unidos. Aquella experiencia le cambió la vida, “me dejó un huella demasiado profunda”, como admite, porque ahí se formó como persona y, lo más importante, como jugador.
Luego llegó la NBA, Europa y la Generación Dorada. Y todos le aportaron lo suyo, aprendizajes y valores, pero el esquema de básquet y educación de Temple lo marcó a fuego. Por eso, hace siete años, fundó Weber Bahía Basket, una organización ejemplar y vanguardista en el deporte argentino que está a punto de dar un paso gigante, quizás un antes y un después en la historia del deporte nacional. Hablamos de la construcción de un centro de entrenamiento de alto rendimiento que, además, será el estadio para 4.000 personas que usará el equipo. El Dow Center será el nuevo hogar del equipo, un edificio estilo NBA, a la altura de los mejores de Europa. Pero, a la vez, será mucho más que eso, porque apuntará a la formación y educación de esos deportistas, y apostará a la innovación y a la ciencia. Y quizá lo más llamativo del sueño es que se dará sin financiación estatal. Pepe pondrá buena parte del dinero de su bolsillo y tendrá un solo socio, la megacompañía química Dow Argentina, a la cual Sánchez llama “un compañera de viaje en este sueño”, empresa que hará su aporte económico para llevar el nombre del edificio y, a la vez, se encargará de asesorar y brindar soluciones sustentables para la construcción del hogar de WBB.
“El sueño estuvo siempre dando vuelta en mí, desde que comenzamos con este proyecto en 2010, pero la génesis podés encontrarla hace cinco años, cuando empezamos con el camino dedicado a la formación de jugadores. Fue un proceso paulatino, aunque hubo un momento en que tuve que jugármela… Y cuando vi respaldo y acompañamiento, ya no dudé. Ni miré para atrás…”, cuenta el ex base. El proyecto de WBB, que comenzó hace siete años con la creación de una franquicia que innovó con la creación de una estructura de trabajo profesional, lanza su paso más ambicioso. En sus primeros años, cuando nadie apuntaba a la infraestructura, la organización refaccionó el estadio Casanova que pertenece al club Estudiantes y donde todavía juega. Le lavó la cara y lo mejoró en seguridad y comodidades para jugadores y público. No fue poco, pero Pepe tenía claro que esto era temporario. Hubo escepticismo cuando habló de un paso más y hace tres años recuperó galpones municipales abandonados en el humilde barrio San Roque para crear el Polideportivo Norte, que hoy alberga una escuelita social (van 150 chicos) y, a la vez, le sirve como centro de entrenamiento al equipo, con canchas, oficinas y vestuarios. Pero, claro, ambicioso, Sánchez siempre quiere más. En su cabeza daba vueltas construir “un espacio multiuso de otro nivel que nos pueda dar un nuevo salto de calidad en la formación. Un sitio que nos permita agrandar la cantera, que los chicos sepan que acá habrá un lugar donde tengan todo para ser exitosos. Y este justamente es el proyecto que da vida a nuestro sueño de fomentar la práctica deportiva como camino para el desarrollo personal”.
La construcción comenzó hace meses y terminará a fines del 2018. Por ahora están los cimientos y las columnas de lo que será un centro NBA, con tres canchas de entrenamientos que se podrán transformar en un estadio para 4.000 personas sentadas, donde jugará el equipo pero a la vez habrá espectáculos, recitales y eventos artísticos. El Dow Center, ubicado en las afueras de la ciudad (cerca del aeropuerto), tendrá un complejo de 10 departamentos totalmente equipados y 56 dormitorios para 100 reclutados, en esa ambiciosa búsqueda que tiene Pepe de ser el faro de formación de talentos para toda Latinoamérica. El lugar contará con un comedor, oficinas, un gimnasio top, un centro de medicina deportiva de alto rendimiento y un espacio de innovación y creatividad. Un lugar revolucionario que dispondrá de una estrategia de entrenamiento personalizado a la medida de cada jugador, otorgando así una mayor eficiencia. Es un claro salto de calidad en la formación del atleta. “Será el lugar donde empecemos a entender el entorno del deportista”, argumenta Pepe. A la vez, como si fuera poco, generará espacios para acciones sociales y culturales para que WBB siga brindando espacio de contención en los barrios cercanos.
Como Weber fue clave en los inicios, dándole las herramientas para organizarlo en la gestión, ahora es Dow Argentina la empresa que se cruza en el camino de Pepe. “Con Gastón Remy, el CEO, coincidimos en la visión de generar un valor real. Cuando le conté la idea y el por qué supe que algo increíble iba a pasar. Me crucé con la persona adecuada para lanzarme y asumir riesgos porque Dow aporta mucho más que el nombre. Es un aliado estratégico como Weber, un compañero de viaje con amplitud de mirada y visión para entender hacia dónde vamos”, cuenta Pepe. No menos importante es que Dow fue clave en el diseño del edificio. “Cuenta con muchos productos que se usan para la construcción sustentable y generan eficiencia energética”, informa. Habla, por caso, de los paneles metálicos con núcleo aislante de poliuretano de alta densidad que permitirán optimizar las funciones de climatización del edificio.
Además el centro tendrá un sistema de parasoles que brindarán control solar pasivo, superficies vidriadas para alcanzar una iluminación diurna natural y artefactos eléctricos para lograr mayor eficiencia y menor consumo energético. “Cuando alguien tiene un sueño así, pero además se comprometerse, pone su tiempo, su alma, su patrimonio y busca hacerte parte de semejante sueño es imposible no querer subirte. Y esto hicimos sabiendo que esto es mucho más que un estadio. Será el lugar desde donde saldrán grandes deportistas pero sobre todo personas integrales, los líderes, emprendedores y profesionales del futuro”, aseguró Remy, quien apasionadamente se metió en el proyecto.
Tanta determinación tiene Sánchez que no tuvo miedo de poner dinero de su bolsillo. “¿Qué dijo mi familia? No sé qué habrá pensado (se ríe), pero siempre me banca. Además, es un proyecto familiar porque mi mujer (y su estudio Misuno) es ingeniera y tuvo mucho que ver con el diseño del edificio”, cuenta. La pasión lo desborda definitivamente cuando ratifica que la idea del sitio es unir educación y deporte. “Formar no es enseñarle a tirar o pasar a un pibe. Existe la educación formal e la informal, nosotros hacemos la segunda pero en poco tiempo completaremos el círculo con la primera, más orientada a las necesidades e inquietudes de los atletas”, explica. Y pone un ejemplo que tendrá el espacio de creatividad y bienestar que tendrá el edificio. “A Maxi Fjellerup, por caso le gusta pintar, pero es muy difícil que después de entrenar y jugar vaya a un taller de pintura. Y ¿qué tal si a tres pasos de la cancha tiene todo para hacerlo, si allí puede hacer su hobbie y desarrollar su otra creatividad? ¿No se va a sentir mejor? Sea pintar, meditar o tomarse un té. Queremos darle al atleta un entorno para que sea un ser humano integral”, grafica.
Pepe está convencido que la cultura del esfuerzo “es lo que sirve”, pero a la vez deja una frase contundente a partir de sus conocimientos. “La neurociencia nos ha enseñado que un entorno positivo ayuda más que otro con castigos”, sentencia. Incluso más allá y habla de un concepto (“Aprender a aprender”) que profundiza. “Hoy seis de los 10 trabajos principales del mañana no se inventaron. Queremos darles a los deportistas las herramientas para estar aptos mental y emocionalmente para enfrentar lo que se viene y para poder desenvolverse en un ámbito de mucha presión donde hoy sólo sobreviven los más fuertes. Nosotros queremos capacitar. Hacia allá vamos, a crear ese entorno y nos queda un largo camino”, resalta. Todos quedaron boquiabierto cuando lo explicó. La gobernadora María Eugenia Vidal mandó un mensaje de apoyo y hasta Manu, desde San Antonio, se mostró impresionado. “Cuando me lo contó hace poco pasé de la satisfacción y la alegría por enterarme de la noticia a quedar estupefacto cuando en su relato fue profundizando en los objetivos que tiene este nuevo sueño, sobre todo el tema de formar a los jugadores, de ayudarlos a dar un siguiente paso para conseguir la formación integral de la persona”, opinó el 20 de los Spurs.
Infraestructura, sustentabilidad, educación e innovación. En la ciudad del básquet. Lo público y lo privado. Con Pepe como tutor. Combo ideal. Proyecto distinto y ambicioso, como él. Un legado más de la Generación Dorada que puede marcar un antes y después en el deporte argentino.