Llegará a la asunción del nuevo presidente Lenin Moreno y mantendrá reuniones con sus pares de la región. La estrategia prevista para la Unasur y la OEA.
Con la firme intención de posicionarse como líder regional en calidad de presidente de la Unasur y titular pro témpore del Mercosur, el presidente Mauricio Macri aprovechará la ceremonia de asunción del nuevo presidente de Ecuador, Lenin Moreno, para contactar a sus pares de América Latina e impulsar una nueva estrategia de diálogo para la resolución de la crisis de Venezuela.
Macri arribará por la mañana a Quito para asistir a la ceremonia de asunción del sucesor de Rafael Correa y buscará entablar diálogo con una nueva administración en Ecuador que, si bien está alineada con el régimen de Nicolás Maduro por sus vínculos políticos, el presidente argentino apuesta a que haya una leve redefinición del mapa regional y se establezcan nuevos canales de acercamiento por la situación de Caracas. En el Gobierno creen que Moreno, a diferencia de Correa, es más moderado y dialoguista.
En este sentido, el jefe de Estado lleva el mandato de tomar contacto con sus pares de la Unasur, buscará evaluar el caso de Maduro con otros presidentes de la región que integran la OEA y tratará de acercar posiciones con referentes del eje bolivariano como Moreno y Evo Morales para intentar convencer a Maduro de que acepte una apertura al diálogo en su país.
Según expresaron a Infobae al menos tres funcionarios de alta jerarquía de la Casa Rosada, Macri encomendó ayer a su canciller Susana Malcorra, que viajó con antelación a Ecuador a preparar el terreno para el diálogo con la nueva administración ecuatoriana. Así, se supo que Malcorra mantuvo reuniones con su par, la nueva canciller de Ecuador María Fernanda Espinosa. La intención de esos encuentros fue llevar el mensaje de la Argentina para que desde la Unasur haya un llamado a Maduro para que acepte una misión especial que apunte a recomponer el diálogo en la caldeada Venezuela. Se espera que esa misión haga también un reclamo por los presos políticos y por el llamado a elecciones en Venezuela.
Además, en las charlas informales entre jefes de Estado que habrá en Quito durante la asunción de Moreno, se espera que Macri también dialogue con otros presidentes de América del Sur para evaluar el camino a seguir en la reunión del Organo de Consulta de la OEA que se hará el próximo 31 de mayo. Para esa reunión, la Argentina junto con otros países de la región quieren proponer algunos mecanismos de diálogo y acercar posiciones a Caracas para resolver la crisis política y económica más allá de que Maduro resolvió abandonar la OEA. La intención de acercar posiciones en la Unasur con los amigos de Venezuela reside en el hecho de que cada una de las resoluciones que tome ese organismo regional se deben definir por consenso.
"Macri buscará tener reuniones de alto nivel con la mayor cantidad de sus pares regionales para activar un nuevo esquema de diálogo con Venezuela y mostrar su fortaleza de líder regional", explicó a este medio un destacado funcionario del gobierno.
Ayer en Quito se confirmó que a la ceremonia y el almuerzo de asunción de Moreno asistirán 12 presidentes. La ceremonia empezará a las 10 y en medio de ello habrá encuentros informales entre los mandatarios. No será una reunión sencilla, ya que el propio Maduro confirmó anoche sus asistencia a Quito. Pero el presidente Macri apuesta a una jugada de alto riesgo que desemboque en un giro de la crisis de Venezuela.