El jefe de la AFI se desdijo. Ahora sostuvo que los 70 mil dólares que le giraron de Brasil a Suiza no eran por la venta de un departamento.
El jefe de la Administración Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, entró en un terreno muy resbaladizo al exponer este jueves ante la bicameral de control delos servicios de inteligencia, convocado para que de explicaciones por la revelación periodística de que habría recibido más de medio millón de dólares en una cuenta en Suiza, girados desde Brasil por uno de los coimeadores del caso Lava Jato, vinculado a la brasileña Odebrecht.
Si bien ratificó que sólo reconoce haber recibido 70 mil dólares de la financiera de Leonardo Meirelles, en su cuenta del Credic Suisse, se desdijo respecto a sus anteriores declaraciones: Dijo que esa suma no correspondía a la venta de un departamento en San Pablo -su lugar de residencia hasta que se sumó al gobierno de su amigo Mauricio Macri-, sino de “mesas”, “sillas” y hasta “cuadros”.
“La única suma que reconozco son 70 mil dólares por la venta de bienes muebles”, explicó despreocupado, acompañado de la cuestionada subdirectora de la AFI, Silvia Majdalani, mucho más tensa que él.
“¿Cómo muebles? ¿No era inmuebles?”, saltó de un silla una legisladora opositora y recordó que esa era la información comunicada por él mismo y repetida incluso por el propio presidente Macri en una tensa conferencia de prensa, donde dijo que la denuncia del diario La Nación era "un cuento".
“No, son bienes muebles”, afirmó este jueves Arribas. “¿Cómo muebles? ¿Mesas y sillas?”, buscó provocarlo la legisladora. “Sí. Y Cuadros”, respondió el jefe de inteligencia.
La nueva versión de Arribas vuelve absolutamente vidriosas sus explicaciones originales. Es que hasta ahora, había dicho que esa plata era por la venta de su departamento y si bien no acercó ninguna prueba real de la operación a la justicia federal que lo investiga, prometió que presentaría los papeles. Hasta ahora no lo hizo, comprometiendo incluso al propio Macri que dijo que apenas regresara de sus vacaciones lo haría.
Cuando Arribas atribuyó esa suma a la venta de su departamento en San Pablo, de inmediato levantó sospechas porque se presumía que su vivienda en esa ciudad era más valiosa. Ahora, con esta nueva respuesta da la impresión que sólo buscó ganar tiempo, mientras fabricaba una justificación que hasta ahora no ha logrado sostener con documentos.
La sospecha es que el dinero es parte del circuito de coimas que pagaba Odebrecht para conseguir obras, en este caso el soterramiento del Sarmiento, que comparte con el primo del presidente, Angelo Calcaterra.
Reunión en el Senado
La reunión fue al mediodía en una oficina del edificio anexo, la ex sede de La Caja, no duró más de una hora y Arribas se comprometió a repetirla en un mes, esta vez para responder un duro cuestionario que le hicieron las diputadas Juliana Di Tulio y Teresa García.
El senador radical Juan Carlos Marino, presidente de la bicameral, la convocó recién el lunes, tal vez con la expectativa de no encontrar a casi ningún opositor.
“Yo sólo puedo decir lo que ya dije a la justicia”, insistió de entrada el ex representante de jugadores de fútbol. Le recordaron que la presentación en Comodoro Py que difundió no había sido impecable porque, por ejemplo, el respaldo oficial del depósito de 70 mil dólares fue un mail de una supuesta directiva del Credic Suisse.
Mucho menos que los datos aportados por el periodista de La Nación Hugo Alconada Mon, autor de la denuncia con el detalle de los 600 mil dólares que el paulista Leonardo Meirelles declaró haberle girado, en el marco de la causa por corrupción en la obra pública brasileña.
“En el juzgado dejé más papeles”, se defendió Arribas, que de a ratos se mostró relajado y se animó a sonreir, ante la mirada tensa de Majdalani.
“Esto es una denuncia periodística. Yo le pedí a Alconada Mon que me de 10 días para responder. Pero no quiso y la publicó”, se indignó.
Los legisladores de la oposición no descartaban convocar al periodista para marzo, cuando Arribas prometió responder con más detalle qué muebles compró.