Hombre se "hizo las lolas" por apuesta y ahora se las saca

Tras casi 20 años, este canadiense se quitará sus implantes mamarios, los cuales se puso con el fin de ganar una apuesta de 100.000 dólares.

Al parecer Zembic, jugador profesional y mago, siempre tuvo inclinación por las apuestas extravagantes. Cometió todo tipo locuras en el pasado, como vivir en el baño de un amigo durante un mes por 7.000 dólares, y dormir debajo de un puente con 20.000 dólares en efectivo atados a su tobillo durante una semana. Pero nada supera la apuesta que hizo con un grupo de amigos en 1997, que lo llevó a tener los implantes de silicona en el pecho.

“Fue cerca de 1997, estaba en algún restaurante en Europa con dos amigos y su novia, mientras ella hacía alarde de sus tetas, y le dije a mi amigo: “Si tuviera un par de tetas como esas podría conseguir tanta atención como ella”, dijo Zembic. Y después de la audaz declaración, uno de sus amigos le preguntó cuánto dinero se necesitaría para hacerla realidad. Finalmente se decidieron por una apuesta de 100.000 dólares.

Como los implantes mamarios son caros, y con el fin de reunir el dinero para la apuesta, Zembic tenía que encontrar una manera hacerlo en forma gratuita. Y se las arregló para conseguirlo gracias a sus increíbles habilidades de juego. “Conozco a un cirujano plástico, que también era un jugador en Nueva York, así que fui a su oficina y le dije: ‘¿Podés ponerme tetas?’ Y todo lo que dijo fue: ‘Es para una apuesta, ¿verdad?’ Jugé backgammon con él durante una hora; gané 5.000 dólares, y listo, conseguí la cirugía gratis, y me desperté con tetas”.

Apenas se operó Zembic insistía en que su único deseo era ganar la apuesta, pero más tarde comenzó a desarrollar un nuevo aprecio por sus tetas. “Realmente lucían bien, y ahora puedo ver por qué las mujeres hacen ciertas poses, como juntar las tetas, o girarlas y apretarlas para hacer que se vean bien”, dijo.

Así que no pensó que fuera demasiado difícil mantener las tetas durante todo un año, que era la condición de la apuesta original. Y cuando su amigo se ofreció salirse de la apuesta por 50.000 dólares, Zembic se negó. Las mantuvo todo un año, al final de la cual su amigo depositó el total de 100.000 dólares en una cuenta bancaria en Suiza.

Cuando pasó el año Zembic se negó a remover los implantes. “Soy vago, estaba ocupado con los juegos de azar, y, honestamente, me encariñé con ellas”, dijo. “Además, no perjudicaron mi capacidad para conseguir chicas”. Así terminó manteniéndolos durante casi 20 años.

En una entrevista en 2014, expresó su deseo de mantenerlas. “Un amigo me ofreció una nueva apuesta hace poco,” dijo. “Me ofreció 50,000 dólares por aumentar el tamaño de la taza o 10.000 dólares si me las saco por completo. Pero decidió quedárselas.

De hecho, Zembic creó toda una carrera alrededor de sus pechos, que aparecen en numerosos documentales y reality shows. También fue fotografiado por el popular fotógrafo alemán Helmut- Nelson, y apareció en un libro titulado “The Man With $100,000 Breasts”.

Zembic siempre sostuvo que había sólo una persona que podía conseguir que se sacara los implantes, su hija adolescente Mika. Pero finalmente llegó a la decisión de sacarlos este año. Recientemente apareció en el programa Botched del canal E!, pidiendo a los cirujanos de la serie si podían quitarle los senos. Zembic dice que ser padre lo ha cambiado mucho, y que ahora ya no cree que el dinero sea lo único que importa.

“El otro día alguien quiso apostar a que me cortara mi propio pene, pero ya he decidido que no voy a hacerlo”, dijo. “He aprendido que el dinero no lo es todo.”

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