El Príncipe le dice adiós a su gente. Habló de su carrera, del mejor momento que vivió tras su regreso y de sus compañeros. “Acá nací, acá crecí y acá me retiro”, dijo.
Podría haber sido un partido más. Sin emoción. Sin historia. Un típico trámite de última fecha. Sólo para cumplir con el calendario. Un bodrio. Pero no. Hay un hecho principesco que hará del Racing-Temperley algo especial. Tan especial que será a cancha llena.
El culpable de darle vida al sábado se llama Diego Milito, el último ídolo. El único bicampeón después de la gesta del 66. El goleador que hoy le dice adiós a su gente. Ayer, habló: “Está claro que siempre uno sueña con hacer una buena carrera. Soy un afortunado, hice una carrera muy linda, me sacrifiqué mucho. Me voy de mi casa, como quería. Es el sueño que tuve siempre”, resaltó.
Y agregó: “Es algo muy fuerte lo que estoy viviendo y seguro que en el partido me voy a emocionar. No sé cómo reaccionaré, son muchas cosas juntas. Hablar de Racing es hablar de mi vida. Acá nací, acá crecí y acá me retiro”.
Al ser consultado sobre cuál de los momentos recuerda en este segundo ciclo, Milito destacó los primeros meses desde su llegada cuando se coronaron en 2014.
“Fueron los meses del campeonato. Un título te marca después de tanto tiempo. Este grupo siempre dio la talla, más allá de no haber cumplido este semestre el objetivo de la Libertadores”, señaló.
El Príncipe se refirió además al plantel que deja y dijo: “Lisandro López y Saja son dos grandes líderes. Deseo de corazón que el Chino se quede porque es un gran profesional y dio muchas alegrías. Lisandro, con otras características dentro de la cancha, también es un gran referente”.
Milito confirmó que “acompañará al grupo en el último partido de este semestre”, que será el miércoles frente a Gimnasia y Tiro de Salta, en Formosa, por la Copa Argentina.
El abrazo entre lágrimas de Saja y Milito en su despedida:
https://www.youtube.com/watch?v=bS4NAy_UBHQ