A diferencia de otros años, advierten que los aumentos que se logren cerrar en paritarias serán volcados a pagar las subas de tarifas y de otros servicios que pesan sobre la inflación.
Las subas de precios en casi todos los sectores de la economía, la disparada de la inflación y la consiguiente retracción del consumo, sumado a los cambios de hábitos de la sociedad a la hora de elegir dónde comprar, preocupa cada vez más a las grandes cadenas. De hecho, en el sector estiman que no habrá durante este año señales de una reactivación suficiente como para volver a los años de tranquilidad sino que podría llegar a observarse nada más que un leve repunte recién hacia el último trimestre.
Es más, los últimos datos sobre la evolución de la demanda de alimentos, bebidas y artículos de tocador en todos los canales de comercialización no fueron alentadores para los híper. Por el contrario, en abril cayó 2%, mientras que la de marzo había llegado al 3,6%, de acuerdo a datos de la consultora CCR.
Y tal como lo reflejó El Cronista en su edición de ayer en la sección Economía, los súper ya habían avisado de una fuerte retracción en las ventas de sus góndolas que superaba el 8% en el último bimestre. Pero la fuerte baja no sólo se reflejó en alimentos, sino también en otros sectores como los de electrodomésticos e indumentaria y artículos de tocador.
La preocupación de los ejecutivos de estas cadenas de retail también se centra en la corrida de clientes hacia otros canales debido a la incertidumbre que existe con respecto al futuro y a la necesidad de buscar precios y realizar compras más pequeñas y modificar hábitos como desestimar productos de primera línea para volcarse a marcas más económicas. El trabajo de CCR también mostró un fuerte crecimiento de las marcas propias de las cadenas un 20,6%; y de la mayor preferencia por las cadenas mayoristas y los almacenes de barrio. Tal como lo demuestra el trabajo de la consultora, en lo que va del año los precios de todos los productos ofrecidos en góndola crecieron 33,5% teniendo en cuenta los valores de igual período del año pasado.
Por eso vuelcan las inversiones a los formatos más chicos. Carrefour este año estima desembolsar $ 1500 millones para mantener los Express y el nuevo sistema mayorista que opera bajo la marca Maxi. En el caso de Walmart serán $ 830 millones en nuevas aperturas y mejjoras en superficies y reinauguraciones como las de Avellaneda y Constituyentes.
Pero lo que viene no parece ser alentador. Es que a las subas de tarifas de todos los servicios públicos; las de combustibles; peajes; cigarrillos y de la mayoría de los productos de la canasta básica, se esperan en breve más incrementos que también impactarán en el bolsillo de los consumidores, como los del valor del viaje en subte y las cuotas de las empresas de medicina privada, entre otros.
Además, y a diferencia de lo que ocurrió en otros años, los empresarios hipermercadistas consideran que los aumentos de sueldos no se volcarán a mayor consumo. Aseguran que las negociaciones paritarias vienen atrasadas y que los incrementos salariales que obtengan los trabajadores solamente servirán para de alguna forma poder hacer frente al mayor costo de vida generado por el raid de subas de precios que hubo en toda la economía desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri. Es decir, los aumentos salariales no se volcarán a recuperar consumo sino a cubrir los incrementos que hubo, en especial en los servicios públicos.
"La agresividad comercial es un llamador de clientes. Sin esa agresividad hoy se tracciona poco consumo", explican. Frente a este negativo escenario, apuestan a profundizar la estrategia comercial que vienen aplicando desde hace varios años con una gran batería de ofertas y descuentos. "No nos queda otra que ser cada vez más agresivos", aseguran en Carrefour, donde coinciden en que recién hacia fin de año habrá un repunte, aunque lo califican de "leve". En Walmart observan que el comportamiento del consumo es irregular en términos de categorías y formatos y admiten que en términos consolidados se observa una caída. "En un momento en el que el cliente busca de forma activa y selectiva opciones de ahorro, ofrecemos experiencias de compra como nuestra Maratón de Descuentos hasta el domingo con rebajas de 50% en más de 13.000 productos", agregan.
Es decir, no modifican estrategias.