La Asociación Bancaria confirmó un paro para mañana y pasado en reclamo por despidos en el sector y por mejoras salariales.
"Hechos todos los esfuerzos de diálogo el secretariado general nacional de la Asociación Bancaria ratifica el paro de 48 horas previsto para jueves 21 y viernes 22 de abril", indicó el gremio en un comunicado.
"Esa es nuestra firme decisión en tanto no exista una respuesta positiva a nuestro reclamo de reincorporación de los despedidos y una propuesta satisfactoria de acuerdo salarial", añadió la Asociación Bancaria. Los bancarios ya habían realizado un paro el jueves de la semana pasada.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, tomó intervención directa en el conflicto y podría dictar la conciliación obligatoria, aunque en general esa medida no es acatada por sindicato.
Según denuncia el gremio, se despidieron empleados de los bancos Central, Provincia e Hipotecario. Por esta decisión, podría faltar dinero en los cajeros automáticos dado que la medida se acerca al fin de semana.
El sindicato, cuyos afiliados concretaron una huelga nacional el jueves 14 de abril, insistieron también en la derogación del Impuesto a Ganancias aplicado a los salarios y el cese de todas las tercerizaciones. "Si tocan a uno, nos tocan a todos", advirtieron en el comunicado.
Los bancarios vienen en conflicto y con medidas parciales, como la de la semana pasada, desde que las nuevas autoridades del Banco Central y otras entidades oficiales decidieron revisar las plantillas de trabajadores y despedir a unos 60 empleados.
También están en pie de guerra con las cuatro cámaras empresarias que representan a los bancos privados de capital nacional y también de los de capital extranjero debido a la dilación para el inicio de la paritaria.
En medio de una fuerte incertidumbre y especulación sobre qué ocurriría con la economía del país, el gremio bancario fue el primero que se sentó alrededor de una mesa para negociar con las patronales en enero pasado.
Acordó entonces con las cuatro cámaras un aumento transitorio de 9.000 pesos que fue dado a cuenta de la paritaria anual y que se abonó en tres cuotas mensuales de 3.000 entre enero y marzo, por lo que este mes debe definirse el porcentaje de aumento anual.
Al momento de firmar ese acuerdo puente, Palazzo esperaba que la inflación estuviera controlada para abril, pero lo cierto es que los precios no han cesado en su aceleración e incluso abril podría marcar el nivel más alto desde la salida de la Convertibilidad: 8% mensual.
El escenario de alta inflación empujó a los bancarios a insistir con su pedido para sentarse con los empresarios para cerrar una paritaria anual que roce el 40%, pero las entidades anticiparon que no están en condiciones de hacer frente a ese reclamo.