Con gol de Pisculichi, el equipo de Gallardo volvió al triunfo en el torneo local. En la próxima semana, el Millonario tendrá dos compromisos clave por la Copa y ante su máximo rival.
River Plate, con una formación alternativa, le ganó esta noche a Olimpo 1-0 en el Estadio Roberto Natalio Carminatti y llegará con el ánimo revitalizado al cruce copero del jueves ante Trujillanos en el Monumental y al Superclásico del domingo en La Bombonera, por la competencia doméstica.
El gol lo hizo Leonardo Pisculichi, de cabeza, a los 21 minutos del segundo tiempo, capítulo en el que ambos elencos terminaron con la monotonía que caracterizó a la etapa inicial.
Justamente, en el primer período, hubo un lesionado por bando y consecuentes cambios obligados, el del juvenil Pablo Carreras por Leonel Vangioni, en River, y el de Jonatan Blanco por Cristian Villanueva.
El problema muscular es muy probable que lo deje a Vangioni fuera del que puede llegar a ser su último Superclásico, al menos en este ciclo, dado que en el segundo semestre del año continuará su campaña en el Milan.
El equipo de Marcelo Gallardo guardó a la mayoría de los titulares porque el jueves procurará ante los venezolanos terminar de darle forma a su clasificación para los octavos de final de la Copa Libertadores de América y porque el domingo afrontará el choque de gigantes del fútbol argentino, el que siempre atrapa y conmueve, más allá de cualquier número, ubicación o torneo. Un fenómeno con poder propio.
En Bahía Blanca, la jerarquía individual, a pesar de las ausencias de figuras de la talla de Andrés D’Alessandro, fue determinante para los tres puntos que consiguió River.
En la escena decisiva, Milton Casco escapó por su lateral como lo hacía en sus mejores tiempos de Newell’s Old Boys, hubo una participación de Lucas Alario, un centro de Sebastián Driussi y un cabezazo descendente y esquinado de Pisculichi para ubicar la pelota a la izquierda de Nereo Champagne.
Olimpo sintió así el mazazo cuando había levantado su nivel y hasta había dispuesto de ocasiones como para convertir, pero tras el 0-1 ya no se recuperó en toda la noche.
Es más, el Millonario hasta pudo haber ampliado la diferencia, como en el minuto 47, cuando Alario eludió el achique de Champagne y con frialdad disparó a colocar, pero sólo el corazón le permitió a Néstor Moiraghi estirarse y evitar una conquista que parecía consumada.
River justificó la obtención de las tres unidades en ese segundo segmento en el que ni bien empezó pudo haberse puesto 1-0, porque un envío de Gonzalo Martínez pegó en el poste izquierdo y en el rebote Driussi se confió y Champagne sacó a relucir una notable atajada.
Claro que en los 50 minutos previos el visitante había manejado el juego, pero sin crearle a su adversario situaciones de peligro.
Olimpo en el primer tiempo comenzó a salir del fondo en la medida que pasaron los minutos, pero fue un segmento sin emociones.
Lo mejor quedó entonces para la segunda parte y fue entonces cuando River justificó los tres puntos que lo revitalizan en los días previos a dos cotejos trascendentes, uno porque se trata de la Copa que lo tiene como campeón vigente y el otro, porque es el choque de gigantes, que hasta excede las fronteras.
El gol de Pisculichi ante Olimpo: