Carlos Quirno declaró ante la fiscal Carolina Carballido Calatayud que el acusado estaba tranquilo y que no hubo discusión antes del crimen. "La de Farré era una cara como de ´hice lo que tenía que hacer´", sostuvo.
"La de Farré era una cara como de ´hice lo que tenía que hacer´", le contó el abogado de la víctima Claudia Schaefer a la fiscal Carolina Carballido Calatayud sobre el momento en que vio por la ventana como asesinaba a puñaladas a su clienta. Carlos Quirno aun no sale del asombro y el miedo por ese momento en que Fernando lo miró a los ojos y, como si nada, siguió acribillando a su mujer de rodillas. Sin detenerse o quebrarse, simplemente giró la cabeza y continuó atacando el cuerpo de Claudia que yacía ensangrentado en el piso del vestidor de la casa que el matrimonio tenía en el country Martindale.
Cuando el 21 de agosto llegó junto a su clienta a la propiedad para negociar la división de bienes, notó que "Farré estaba tranquilo". Si bien conocía a la perfección los antecedentes de agresión y violencia denunciados por su clienta, nunca imaginó que con esa calma con la que los recibió podía ser el autor de semejante tragedia. Según relató, llegaron (Claudia y él) a la casa del country a eso de las 11.10. Adentro estaba Nenina Castro, madre de Farré y su abogada, Andrea Frencia. "La señora estaba con cara de pocos amigos. Pensé ´para qué había ido´ y que su presencia no ayudaría a que eso fuera tranquilo. A Farré lo vi tranquilo. En ningún momento lo vi desubicado, ni ido, ni nada de eso. Estaba normal", describió.
"Cuando saludé a la señora, me di vuelta y vi a Claudia avanzar con la valija hacia adentro de la casa. Fue la última vez que la vi viva", lamentó. En ese momento, él salió de la casa junto a la abogada de Farré para pedirle que la diligencia no se extendiera porque él debía regresar a las 13. "Habremos hablado no más de 30 segundos y ahí empezamos a oír gritos muy difíciles de identificar. Nos pareció que venían de otra casa", dijo tras agregar que pasados unos segundos se dieron cuenta que eran de la madre del acusado que golpeaba la puerta del fondo del pasillo y gritaba: "¡Fernando, no! ¡Hacelo por mí! ¡Abrí por favor!", "Así no vas a lograr nada".
Al ver esa situación, el abogado corrió hacia la suegra de la víctima. "Me agarró desesperación, tratando de golpear la puerta. Agarré el picaporte y lo rompí de la fuerza que hice, pero no pude entrar. Escuché como quejidos de Claudia. No oí nada de Farré", declaró. Contó que ambos salieron corriendo al jardín de la casa e identificaron una ventana que daba al interior del vestidor. La mamá del acusado rompió el vidrio y se vio todo lo que sucedía adentro.
"Vi a Farré como de rodillas, medio de costado a la ventana, con el cuerpo de Claudia debajo de él, en el piso. Ella estaba como hecha un ovillo. El cuerpo se movía, pero no sé si eran movimientos de ella defendiéndose o si era por los golpes de Farré. Amplié mi visión y vi sangre por todos lados. Me di cuenta de que esos movimientos podían ser con cuchillos, no golpes. Ahí había ocurrido un desastre. Me di cuenta de que la estaba matando", afirmó. Quirno confesó que le dio "mucho miedo" cuando Farré miró "hacia afuera y siguió haciendo lo que estaba haciendo. Fue la mirada, y siguió dándole golpes. Nos miró y siguió. A pesar de tener a alguien que lo miraba, siguió con esos movimientos. No estaba furioso, ni ido, no lloraba ni se reía; tampoco se quiso escapar, ni se sonrió ni nada", precisó.
El letrado detalló que le avisó a la abogada de Farré lo que estaba pasando y a unas vecinas. Además, agregó que llamó a su socio a las 11.23 y al 911, un minuto después. Reconoció que Farré le dio miedo y que salió corriendo pensando que seguiría matando a alguien o que se quitaría la vida. "Nunca creí que esto iba a terminar así. No hubo ninguna discusión previa entre ellos", lamentó.
La madre de Farré declaró que fue su nuera quien llevó los cuchillos y que su hijo la mató para defenderla porque minutos antes del crimen habían tenido una fuerte discusión. "Claudia me insultó y él me defendió", dijo la mujer. "Claudia llevó los cuchillos y cuando salieron los abogados, ella me empezó a insultar. Me dijo ‘vieja hija de puta’ y me empujó. Fernando, para defenderme, agarró los cuchillos", detalló.