Los xeneizes lo dieron vuelta 2-1 en un emotivo partido y llegarán líderes al partido del fin de semana próximo ante San Lorenzo, que mañana deberá ganarle a Banfield para seguir en lo más alto; Oliver Benítez, Calleri y Coronel fueron expulsados.
Mucho se había hablado durante la semana de que Boca iba a necesitar de máxima concentración para afrontar los tres partidos clave en la recta final del campeonato. La trilogía comenzaba en esta ciudad, ante Gimnasia, y continuará con San Lorenzo, en la Bombonera, y con River, en el Monumental. Hace meses que la caja de resonancia xeneize viene alterada en función de los éxitos millonarios y las fuertes apuestas dirigenciales que no tuvieron la recompensa esperada en lo deportivo. Por eso, para Boca cada partido es una final. Sin embargo, justo en el momento que más necesitaba mostrarse fuerte, dio una muestra de carácter ante la adversidad y estuvo a la altura de lo que se le exige a un líder. Ayer, ante el Lobo, pasó de dominar y merecer la ventaja a perder 0-1 por el gol de Mazzola, y a quedarse con diez futbolistas por la roja a Calleri, que le pegó un codazo a Barsottini. Pero jugó con alma y corazón, se repuso con estilo y cambios ganadores y terminó consiguiendo el 2-1 sobre el final. Así, mantuvo la cima y le trasladó la presión a sus perseguidores, que jugarán hoy.
Encima, lo que revaloriza el triunfo es que esta vez no necesitó de Carlos Tevez para conseguir los tres puntos. El delantero venía de participar en forma directa en 10 de los últimos 16 tantos xeneizes. Pero ayer terminó condicionado por un fuerte dolor en la espalda. Se esforzó como siempre y fue el jugador más destacado, aunque rindió de mayor a menor y sintió el esfuerzo. En La Plata ganó el equipo en su totalidad y también Rodolfo Arruabarrena, con cambios que siempre empujaron a sus jugadores a ir hacia adelante y conseguir la victoria. En el primer tiempo, Tevez fue quien más cerca había estado de convertir, con remates desde afuera del área que habían hecho figura al arquero Navarro. En la segunda etapa, Boca lo terminó dando vuelta con un zurdazo de Nicolás Lodeiro, en una segunda jugada de pelota parada, y un centro de Palacios para la definición a la carrera de Andrés Chávez, que entró con furia para definir casi abajo del arco del Lobo.
Hay otro dato que resalta el éxito de Boca: hacía siete partidos que Gimnasia no perdía en el Bosque, donde además venía de ganar los últimos cinco juegos: ante Quilmes (3-2), Unión (5-2), Godoy Cruz (2-0), Crucero del Norte (2-1) y Argentinos (4-2). En contrapartida, los dirigidos por Arruabarrena, que ceden puntos como local (como ante Aldosivi o Unión), consiguieron ayer el cuarto triunfo seguido como visitante. Eso también le da un plus al puntero justo en un momento donde la personalidad será clave en el último tramo.
En lo que respecta al juego, Gimnasia lo hizo sentir incómodo a Boca. Los xeneizes habían mostrado posesión y muy buena circulación de la pelota, con la movilidad de Pablo Pérez, Gago, Lodeiro y Tevez, pero el problema fue que Calleri, la referencia de área, recibía siempre de espalda y al equipo le costaba traducir ese dominio en situaciones claras de gol. Por eso lo más peligroso lo aportó Tevez con remates desde afuera del área y un tiro libre.
Troglio siempre pretende que su equipo sea un hueso duro de roer, sobre todo en La Plata. Le presentó batalla y fue un rival complicado para Boca. El DT sorprendió incluso cuando, ante la temprana expulsión de Benítez, eligió sacar a Brum (el único volante de contención) para que ingresara el lateral Bonifacio. Muchos pensaron que podía cambiar a Meza, pero salió Brum para que el plan estratégico fuera replegarse con las dos líneas de cuatro y salir rápido de contraataque con la velocidad de Meza, Rojas, Ignacio Fernández y Mendoza.
Boca terminó con una sonrisa grande porque todos acertaron. Desde Arruabarrena, con los cambios, hasta los propios jugadores. Lodeiro, que volvía a ser titular, logró el 1-1 con un zurdazo cruzado; Palacios desbordó y tiró el centro para el 2-1 de Chávez, otro delantero que se sintió importante luego de verse relegado por las lesiones y la falta de continuidad. Con las modificaciones (también ingresó bien el juvenil Bentancur), Boca le dio sentido a la posesión, así generó situaciones claras y hasta pudo irse con una ventaja mayor.
Gimnasia luchó lo que pudo, pero -tras la nueva roja a Coronel- se le hizo todo cuesta arriba. Boca, con jerarquía y actitud, se llevó un premio merecido.