La Cámara Federal de Casación Pernal ratificó la condena a prisión perpetua a un hombre por su participación en el crimen de su novia, que fue quemada viva, y mutilada supuestamente en un crimen "satánico", ocurrido en 2007. Le sacaron los dientes, le cortaron los dedos y le afeitaron la cabeza, cuando aún estaba con vida.
La sala I del máximo tribunal penal del país ratificó la condena dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal 22 contra Julio César Pérez, por su participación en el homicidio de Vanesa Bernardita Giunta y por el que ya habían sido condenados también a perpetua Stella Maris Bustos (43) y su sobrino Julio César Bustos (34).
La joven fue vista por última vez con vida por sus familiares en febrero del 2007, y fue hallada muerta en el mes de agosto de 2007. Recién a principios de 2008 se la pudo identificar debido al estado del cuerpo. Según consta en la causa "fue ultimada en el interior de la finca entre calles 2 de abril y Montiel, escalera 36 ‘a’ piso quinto, departamento B, del Barrio Piedrabuena".
De acuerdo al expediente, el deceso se produjo mientras la joven estaba en la cocina de la vivienda, y fue atacada por Stella Maris Bustos, quien "la golpeó fuertemente en el rostro, roció con alcohol, le prendió fuego", luego su sobrino volvió a derramar combustible sobre la mujer y junto a su cómplice "la llevaron a la cocina donde en conjunto y con un elemento similar a una pinza le sacaron algunos de sus dientes, le cortaron los dedos con una cuchilla y afeitaron su cabellera, hallándose aún con vida".
Se trató de un caso terrible, cuando el 22 de agosto de 2007,en las costas del río Matanza, a la altura de Lomas de Zamora, apareció una valija en cuyo interior había un torso de mujer, un osito de peluche y una tarjeta postal del Día del Padre. Recién a principios de 2008 recién se pudo identificar el cuerpo y determinar que se trataba de la joven Giunta, de 27 años, y se inició la investigación que permitió determinar que había sido asesinada en un crimen ritual.
En mayo de 2010 fueron condenados a prisión perpetua Bustos y su tía mientras que Pérez permanecía prófugo. La Policía detuvo en el barrio porteño de Pompeya a un hombre acusado de haber golpeado a una adolescente de 17 años quien dijo llamarse Julio César Ortíz pero sus huellas digitales revelaron que era el prófugo acusado de descuartizar Vanesa Giunta.
Los camaristas de Casación, Ana María Figueroa, Luis María Cabral y Juan Carlos Gemignani desestimaron los planteos de la defensa de Pérez que cuestionaban la incorporación por lectura de testimonios prestados durante la instrucción.
Para la Cámara, todos los acusados tuvieron responsabilidad en el hecho. "En casos como el de autos, en que hubo varias personas intervinientes, el ‘reparto de trabajo’ en un desarrollo delictivo no se puede diferenciar en el terreno de la imputación entre autoría y participación: cuando muchos intervinientes armonizan entre sí, su círculo de organización, de tal suerte que en conjunto –como colectivo- organizan un delito, responden todos en el mismo rango, aun cuando posiblemente por cuotas diferenciables", dijeron los jueces.