Era un partido caliente, el local quería una victoria que lo empujara en la tabla de posiciones, mientras que la visita llegaba con la posibilidad de quedar como único líder del Torneo de Primera División.
El "Tomba" puso a la venta 500 entradas para hinchas "neutrales" y los simpatizantes cordobeses poblaron una platea del estadio Islas Malvinas, lo que generó que el árbitro Diego Ceballos interrumpiera el partido por los cantos de los simpatizantes visitantes.
Adentro de la cancha, la temperatura iba subiendo y llegando al final explotó todo. Una patada de Jaime Ayoví contra Claudio "Chiqui" Pérez, que terminó en el gol de Renzo Saravia, fue el comienzo de los roces, que se extendieron durante los minutos finales y terminaron con Jerry Bengtson –había ingresado minutos antes- expulsado por un cabezazo a Fernando Zuqui.
En otra parte del terreno de juego Juan Carlos Olave se peleaba con Ayoví y Kevin Mercado, y como corolario apareció Pérez furioso y todo se desmadró. El referí terminó el partido y los futbolistas se fueron al vestuario en medio de una ola de insultos.
Pero al llegar al túnel empezó lo peor. La policía de Mendoza se metió para controlar la situación y agredió con gas pimienta a algunos integrantes del plantel, del cuerpo técnico y al entrenador de Belgrano, Ricardo Zielinski.
Como en el Superclásico, otra vez un partido de fútbol terminó con el uso del aerosol contra uno de los protagonistas. Esta vez fue con el resultado ya puesto y fuera del terreno de juego.
"La policía agredió con gas pimienta y golpes a personas de nuestro equipo", dijo el vicepresidente de Belgrano, Abraham Rufail. Según publicó el diario La Nación los agredidos serían el entrenador de arqueros Marcelo Misetich (le descolocaron un dedo), el kinesiólogo Carlos Arbulú y el DT Ricardo Zielinski.
"Estábamos yendo al vestuario, nos acorralaron con los escudos y nos agredieron, nos atacaron", dijo el volante Guillermo Farré. Mientras que Arbulú, una de las víctimas, agregó: "La forma en que reprimieron fue muy mala. Innecesaria. Escuché la palabra ‘ataque’ y sentí todo el gas pimienta de frente. Fue una cosa tremenda. No podía ver".
Por último uno de los referentes del plante, Juan Carlos Olave explicó que la policía está para cuidar a los protagonistas, "no para pegarles", indicó. "El inicio fue una pelea entre jugadores, pero eso no los habilita a tirarnos gas pimienta", agregó.
Este no es el primer incidente de este tipo que protagoniza la policía de Mendoza, el 4 de marzo en un partido por Primera B Nacional entre Gimnasia y Chacarita, los efectivos agredieron a los futbolistas del "Funebrero" con gas pimienta.