Vendía ravioles en la calle, estudió por su cuenta y hoy trabaja en Apple

La historia del uruguayo Álvaro Videla es conmovedora y recientemente la publicó, con detalles, en Medium. Este desarrollador de 35 años trabajó para empresas de software a escala global como VMWare o DellEMC y hoy se desempeña en Suiza en la empresa Migros, previo paso por Apple, empresa en la que dejó de trabajar hace 4 meses.

Lo que resulta curioso es que hace 10 años su vida no tenía nada que ver con su glamoroso presente: vendía pastas puerta a puerta para sobrevivir y ganaba menos de US$ 2.000 al año. Lo que lo cambió todo fue la perseverancia y su pasión autodidacta: con unos libros y yendo a un cyber se enseñó a si mismo a programar y así conseguir un mejor trabajo, lo que eventualmente lo llevó a trabajar en algunas de las empresas más innovadoras del mundo. Todo empezó con un plato de ravioles.

Autodidacta de médula
En su post en Medium, Videla cuenta que en 2006 había llegado a un momento cúlmine en su vida cuando sus deseos de convertirse en un profesor de Lengua colapsaron. Vivír en Durazno, una ciudad del interior uruguayo, no ayudaba: con su mujer ganaban menos de US$ 2.000 al año y se vieron obligados a trabajar con un tenía y a hacer changas para sobrevivir. Así se les ocurrió que hacer ravioles los fines de semana los podía ayudar a llegar a fin de mes y Álvaro iba puerta a puerta durante la semana para tomar pedidos: llegaron a hacer 2.000 ravioles por fin de semana pero igual no les alcanzaba para pagar las cuentas pendientes que tenían.

Cansado, decidió pedir ayuda cuando un amigo que trabajaba en una empresa de software en Montevideo le comentó que los sueldos en IT eran tres veces lo que ellos estaban ganando por año. Como no tenía acceso a internet en su casa, tenía que ir a un ciber todos los días para bajarse tutoriales que le permitiesen aprender haciendo. Una tía que vivía en Estados Unidos le regaló un par de libros sobre programación y ahí realmente pudo despegar.

Su primera experiencia fue desarrollar un sitio sobre Durazno, para ubicar comercios y otros servicios. Ese primer desarrolló lo ayudó a conseguir un trabajo en la empresa en la que trabajaba su amigo, Live Interactive. La suerte tocó a su puerta finalmente: en una nota en El País cuenta que un año después, en 2008, surgió la posibilidad de ir a trabajar a China y se fue, con su mujer, que lo había ayudado a hacer ravioles en Durazno.

Interesado por el software libre, trabajó en el desarrolló de RabbitMQ, un programa que permite ordenar el orden de tareas que se llevan a cabo. Pues bien, el programador uruguayo escribió un libro sobre el tema. La plataforma, curiosamente, fue la que usó Emmanuel Macron en las últimas elecciones para poder mandar mails a potenciales votantes.
Pero sus esfuerzos llegaron lejos, hasta captar la atención de Apple. Hoy vive en Suiza trabajando para otra empresa pero trabajó casi dos años en la empresa de la manzanita. Tuvo que tener seis entrevistas para entrar a trabajar allí y lo hace remotamente desde el país que eligió de residencia y no desde las oficinas de San Francisco de la compañia. "Se puede llegar a Apple a pesar de que no estudiaste", concluyó Videla en su nota de El País, en aquel momento.

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