La revancha del biodiésel argentino: La Unión Europea le reabre su mercado

La Unión Europea reabrirá el mercado del biodiésel para los exportadores argentinos. Sucederá en algunas semanas. Así lo supo Clarín de fuentes en Bruselas, donde la UE se encuentra en el medio de una votación clave sobre varios temas, uno de ellos el del caso argentino.

De acuerdo a las fuentes consultadas por este diario, la votación del Comité de Defensa de la UE, que debía decidir si aceptaba un fallo de la Organización Mundial de Comercio que ordenó reabrir el mercado del biodiésel a nuestro país, ya ocurrió. Y fue favorable a la Argentina.

En Bruselas, se encuentran el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, y el embajador argentino ante la UE, Mario Verón Guerra.

La Unión Europea se cerró al biodiésel argentino en "coincidencia" temporal con la expropiación de YPF a Repsol, en febrero de 2012. Y se perdieron casi 1.400 millones de dólares anuales, que ahora se podrían restablecer, gracias a la votación de hoy y a un arancel de entre el 7 y el 10 por ciento, explicaron fuentes europeas.

La postura de la UE había sido anticipada en exclusiva por Clarín, días atrás, en una entrevista con el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile.

La decisión se conoce mientras el Gobierno argentino, en paralelo, negocia con Estados Unidos una reducción de los altísimos aranceles que decidió la administración de Donald Trump y que afecta una de las principales exportaciones locales a ese país.

En este caso, se trata de un negocio de unos 1.200 millones de dólares, que fue seriamente afectado cuando semanas atrás, por presión de los productores locales, el Gobierno estadounidense decidió imponer tasas de más del 50% al biodiésel argentino.

Funcionarios del Gobierno viajaron a Washington para intentar acordar cupos y precios especiales para mantener al menos una parte del negocio.

La restricción al biodiésel local también abrió peleas paralelas. Por caso, entre productores y exportadores. Al aumentar la oferta de porotos de soja, que ya no serían utilizados para producir el combustible, la industria presiona para pagar precios más bajas. Y la Sociedad Rural, entre otros, ya salió a quejarse.

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