Asume la nueva Ministra de Salud con grave panorama

La Dra María José Zanglá, quien fue hasta hace horas directora del Hospital, conoce perfectamente las falencias con la que trabajan sus colegas. Deberá atender a otro gigante  de la salud como el Juan D. Perón de Villa Mercedes y los desatendidos centros de salud, la difícil tarea para una médica cuando el Gobernador no tiene entre sus prioridades a la salud.

En menos de un año, Alberto pone en funciones al tercer Ministro, la primera mujer, después de las salidas de Roberto Schwatz y Marcelo Riera, la salud sigue de mal en peor y más allá del cambio de nombres las políticas no se tocan.

La flamante Ministra llega después de su paso por el Hospital San Luis, el que tiene serias falencias en lo edilicio y más aún en los insumos pero que cuenta con profesionales que a pesar de las adversidades que el propio gobierno les pone adelante realizan una extraordinaria tarea, esa es la explicación de por qué el sistema no termina de estallar, la profesionalidad de médicos, enfermeros y personal afectado a la salud.

La situación del Hospital San Luis se repite en otro nosocomio de características importantes como el Juan D. Perón de Villa Mercedes, personal con sobrecarga de tareas, ausencia de insumos básicos, falta de limpieza, proliferación de roedores y cucarachas son la escena la muestra la peor cara de la salud en la provincia. A estas serias falencias hay que sumarle la falta de médicos, días atrás una niña viajó 100 kilómetros con un manubrio de bicicleta incrustado en la pierna por que Villa Mercedes no tiene cirujano infantil.

Otro tema de gravedad para nueva funcionaria será la de devolverle la credibilidad perdida  al Maternidad Teresita Baigorria, seis muertes en un año y denuncias malas praxis persiguen al centro  e salud más importante de la provincia para la atención materna y del recién nacido.

Como si todo esto fuera poco, Zanglá tendrá que ingeniárselas para propiciar acciones que permitan a la salud privada mejoras sustanciales, no hay que perder de vistas que en clínicas y sanatorios la situación no es  mejor que en los centros públicos.
Tal vez lo más complejo para la Ministra será lidiar con un Gobernador que no tiene como prioridad la salud, que después de ejercer el poder por décadas, con su hermano Adolfo, esta materia sigue siendo una de las pendientes y más graves porque cada inacción, omisión, olvido o desidia representa una vida perdida.

 

 

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