Presupuesto 2017: Alberto destina $ 765 millones a viviendas contra los $2.200 millones de Poggi

Para el 2017 el Gobierno solo destinará un tercio de los fondos que se afectaron a la construcción de viviendas durante el 2015. No obstante, la Secretaría de Viviendas no tiene previsto adjudicar ninguna casa en el 2017.

El Ejecutivo Provincial incluyó en el Presupuesto 2017 una partida de $ 765.926.946 destinada a soluciones habitacionales e infraestructura. También prevé partidas para la finalización de 222 viviendas en Merlo.

Hay que destacar que esa cifra se financia en su totalidad con las cobranzas de las cuotas de viviendas, de las transferencias del FO.NA.VI y de las remesas por reembolso que debe girar el Estado Nacional producto de la cofinanciación de las viviendas ya ejecutadas. Es decir, la Provincia no destinará a este concepto fondos propios de rentas generales.

Esto no es un dato menor, ya que, no es que la gestión actual “voluntariamente” haya querido incluir este gasto para el 2017. Se tratan de recursos que obligatoriamente deben destinarse a estos gastos. Es decir, la gestión actual no quiere poner un peso más del piso mínimo exigido por la normativa actual.

En sentido contrario, en 2015, se realizó una fuerte inversión en viviendas sociales, alcanzado a los $ 2.225 millones de pesos. Y ello generó una fuerte demanda laboral y movilizó la economía provincial entera.

Para el año en curso, 2016, estaban presupuestados $ 772.559.716 destinados a la ejecución de viviendas, pero el Ejecutivo Provincial no ha llamado a licitación ninguna vivienda social mas, a excepción de unas pocas viviendas destinadas a los afectados por las inundaciones del temporal de marzo del año pasado.

Esta inactividad es conteste con los guarismos publicados por el IERIC, donde cada vez existen más despidos en el sector de la construcción y contagia al resto de los sectores económicos de la provincia.

Los datos del proyecto de presupuesto 2017 no son alentadores. No solo no se actualizó el monto destinado a viviendas sociales aunque sea por la evolución de las tasas de inflación, sino que hay gran indefinición en lo que el Sr. Gobernador pueda entender como “soluciones habitaciones e infraestructura”. En su momento se hablaba de un nuevo plan o solución habitacional, para el mejoramiento de las viviendas precarias existentes. Dicho plan funcionaría mediante la entrega de materiales de construcción a las familias titulares de las viviendas a las que se les asignaba un tutor (cada uno de los funcionarios) para su control.

Lo que está claro es que la actual gestión no quiere construir ninguna vivienda social más.

Las partidas afectadas a “soluciones habitacionales” incluidas en el proyecto de presupuesto son un mero formalismo. Tal como ocurrió en 2016, no se tiene previsto la construcción de nuevas viviendas –a pesar de contar con las partidas para realizarlo– y los fondos se destinarán a otra finalidad.

Es más, la misma Secretaría de Viviendas no tiene pensado entregar viviendas sociales durante el 2017. En el proyecto de presupuesto no se ha fijado como meta conceptual la preadjudicación y adjudicación de nuevas viviendas.

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