La enfermedad que empuja al retiro al Indio Solari

Tengo buenas y malas noticias para vos. ‘La belleza es lo que te da felicidad’”, cantaba el Lobo suelto de Los Redondos en un Shopping disco-zen. Ayer habló Carlos “Indio” Solari. Fiel a su costumbre, lo hizo con Mario Pergolini a través de Vorterix. Buenas y malas son las novedades para la Patria Ricotera. Y el Indio arrancó por las malas, al revelar que su salud se debilita al punto de alejarlo definitivamente de los escenarios. “Tengo una enfermedad malvada que hay que tener en cuenta", explicó.

Descontracturado y sin dramatizar la situación, mientras se desayunaba “un tequilita con un amigo”, dijo Solari sin esquivar el bulto pero sembrando dudas y misterio. “Mi salud no está en su mejor versión, por eso estoy tocando poco. Estoy haciendo una cantidad de cosas al mismo tiempo. El melón ya no me da. No voy a contar nada, no es ni cáncer ni HIV, ni nada contagioso, pero es una enfermedad malvada, que hay que tomarla en cuenta porque te va invalidando”, dijo el Indio, de 66 años. Y abrió la puerta a conjeturas y suposiciones que, a partir de las pistas que dio, van de la posibilidad de una artrosis en progreso a una esclerosis múltiple, pasando por el mal de Parkinson o de Alzheimer. Apenas hipótesis que sólo el tiempo -o el propio Indio- hará descartar por completo o confirmará.

En ese clima, con el tema de su salud como asunto recurrente durante el resto de la charla, Solari cambió mala por buena y anunció que sus fans tendrán en el futuro cercano la posibilidad de disfrutar una película hecha a todo trapo en los míticos estudios de Abbey Road, más dos libros que cuentan con el visto bueno del cerebro de Patricio Rey, y un último concierto del cantante junto a Los Fundamentalistas del aire acondicionado.

No quiso dar más detalles sobre su salud pero reveló que a veces tiene “mucho dolor”. "Hay días que me quiero matar y hay días que ni se nota. Hay dolor, hay malhumor… Es la vida. Y esto es una cagada: he visto sufrir a la gente de una manera inmerecida. No tengo miedo. La curiosidad es más grande que el miedo", confesó.

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