Los 10 mandamientos de todo amante de los libros

Libros, libros, libros… Si eres un fanático de la lectura adorarás las bibliotecas y las librerías por encima de todas las cosas, serás de esos que aguarda impaciente a que tu escritor favorito publique cuanto antes el siguiente libro de esa saga que te fascina, y seguro, que en más de una ocasión, te has pasado de estación de metro al estar totalmente enfrascado en tus lecturas.

Perteneces sin duda a una raza muy especial de seres humanos, de esos que pasan casi el 70% de su tiempo divagando en mundos imposibles y adorando personajes irreales, pero ¿Qué más da si eres feliz? ¿Qué importa si en tu vida se rigen ante todo estos 10 mandamientos? Descubre con nosotros si te sientes identificado.

1. Día de lluvia y lectura, no hay plan mejor

La gente suele caer en un estado de inmensa tristeza cuando llueve ¿qué se puede hacer en un día tan gris? Las calles están mojadas, apenas hay actividad y el mundo se vuelve lento, el ánimo de todos decae…¡Menos el tuyo!  Porque pocas cosas pueden ser tan reconfortantes como una manta, un libro y un tazón de chocolate.

2. El dinero gastado en libros es una buena inversión

Hay quien lo gasta en salir los fines de semana, en comprar unos buenos auriculares para el móvil o en unos preciosos zapatos. De ahí que en ocasiones, cuando les comentes a alguno de tus familiares o amigos lo que sueles gastar en libros, te miren con una mueca de asombro.

¿Y qué importa? No hay mejor inversión que esa que hacemos regularmente en libros, en sagas… Son monumentos personales en nuestras habitaciones que adoraremos como tótems.

3. Los libros no pesan en el bolso o la maleta

Cada mañana coges el metro o el autobús y no dudas en meter en tu bolso ese enorme libro que ha escrito tu autor favorito, el resto de pasajeros te miran con asombro pero, ¿qué importa? El trayecto se hace mucho más corto y además, puedes escapar del mundanal bullicio ordinario gracias a ese capítulo que tienes a medias.

¿Y qué hay de ese momento cuando llegan las vacaciones? No importa si tienes que quitar unos cuantos vaqueros o unas toallas de la maleta. Tus libros van contigo aunque tengas que pagar un poco más en la facturación del vuelo.

4. Leerás todo lo que haga tu escritor favorito, y lo defenderás por encima de todas las cosas

Puede que tu autor favorito no haya acertado en sus últimas obras, no obstante, eso no significa que vayas a dejar de leerlo o que oses alzar una crítica en su contra. Sabes que muchos de sus libros te han hecho pasar instantes inolvidables que quedarán para siempre en el arcón de tu memoria, su mente ha creado personajes y escenarios que te han hecho soñar y sentirte libre, e incluso enamorarte. ¿Cómo odiarlo entonces?

5. El mejor olor del mundo: la fragancia de los libros

Los libros huelen a magia, a tiempo contenido destilado en mil sueños, en mil mundos imposibles. Cada página es un universo de palabras que te gusta acariciar y oler… No importa que el libro sea viejo o nuevo, eres un adicto a la lectura y ese olor forma ya parte de ti.

6. Llorarás la muerte de cada personaje

Después de terminar ese libro o ese capítulo, te sorprendes a ti mismo/a con esas lágrimas que no dejan de rodar como piedras por tus mejillas.¿Qué vas a hacer ahora con tu vida? ¿Cómo vas volver a la vida normal sabiendo que ese personaje ha muerto?

No pasa nada, la mejor medicina para una pérdida, es empezar otro libro. Seguro que a los pocos capítulos, acabas conociendo otro personaje que te cautiva de igual modo.

7. Odiarás de por vida a aquel que no te devolvió el libro que le prestaste

A todos nos ha ocurrido. Le prestas ese libro tan querido a un amigo repitiéndole una y otra vez que lo cuide, y que te lo devuelva cuanto antes. Sin embargo, pasan los días, las semanas y los meses… Y el libro ya nunca vuelve a ti. Y ahí… termina para siempre esa amistad.

8. Desconfiarás de la gente que no tiene libros en casa

Visitas la casa de un amigo o un familiar. Miras por todos los lados y no los ves… Te enseñan las habitaciones, la terraza, el salón y todas las paredes están desnudas, las estanterías vacías, las mesillas desoladas… ¡No tienen ni un sólo libro!

Tú lo tienes claro, una casa sin libros es una casa vacía. De hecho, es muy probable que en tu casa esté completamente forrada de ellos, columnas enteras que día a día te van quitando espacio pero que en realidad, es un símbolo absoluto de felicidad.

9. La película nunca será como el libro

Nadie podrá convencerte, nadie va a ser capaz de decir en voz alta ante ti, que esa película es mucho mejor que el libro. ¡Jamás!

10. Un fin de semana de lectura intensa, no es un fin de semana perdido

¿Cuántos fines de semana has dicho que “no” a esos amigos porque simplemente, te apetecía más quedarte en casa leyendo ese libro? Pocas personas llegan a entender esta elección a menos que seas un gran amante de los libros, porque en ocasiones, no hay mejor refugio y mayor aventura, que dejar que las horas se sucedan las unas a las otras mientras leemos.

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